Parte de la comunidad se mostró molesta por los cortes de ruta a la altura de La Curvita que improvisaron comunidades originarias "para controlar la circulación", según se rumoreaba "por orden del intendente" Rogelio Nerón, lo que fue desmentido por el mismo jefe comunal.
Juan Costilla, comerciante, indicó a Nuevo Diario que con indicaciones del personal del hospital compraron los insumos para instalar el arco.
En un puesto que improvisaron en el ingreso del pueblo, personal de la salud, municipal, policial y algunos vecinos controlan el ingreso de los vehículos de los vecinos hasta las 20. No permiten el paso a foráneos. La medida se adoptó luego de una reunión que mantuvieron miembros de la comunidad con el Intendente. En la oportunidad, se acordó que no harán cortes para impedir la circulación.
El comerciante explicó que hace los pedidos a los mayoristas de Tartagal para ir a cargar directamente y retornar inmediatamente. "Tengo un camioncito Mercedes 710 que es medio lerdo cargado, vamos con los barbijos, el permiso de circulación y nos desinfectan los vehículos en Tartagal", dijo.
Francisco Romero, cacique de la zona, indicó que la comunidad se siente desprotegida por las autoridades nacionales, provinciales, municipales y de los legisladores. "Queremos que desinfecten los vehículos para que los comerciantes puedan traer la mercadería y no quedar desabastecidos", agregó.
"Agradecemos al gerente del hospital que nos ha explicado cómo se tiene que hacer la mezcla, lo que había que comprar y puso personal para el control. Si la Municipalidad nos daba ayuda, capaz que hacíamos esto mucho antes", expresó el cacique.
Corte en La Curvita por COVID-19
Algunos caciques señalaron que a los comerciantes de Santa Victoria no los dejaban ingresar a Tartagal porque en La Curvita no dejaban circular a los tartagalenses por un control improvisado por los mismos miembros de las comunidades. Lo mismo ocurrió la semana pasada en ruta 80.
"Hasta anoche (martes) había un supuesto control, porque no controlaban nada, solo nos dejaban pasar por La Curvita. Eran personas sin ningún tipo de protección ni recursos para hacer algún tipo de control por el Covid.
Es más, se podrían contagiar sin ningún problema si pasa alguien con la enfermedad porque estaban desprotegidos. Decían que estaban ahí por orden del Intendente. Pero después Nerón dijo que no había autorizado a nadie a hacer controles", relató Costilla y detalló que permaneció en el lugar desde las 13 hasta la 1 sin poder moverse.
"Después de que vieron que se me había subido la presión porque soy hipertenso, me dejaron pasar", lamentó el comerciante.
