Las organizaciones sociales de Bolivia y del departamento San Martín (Argentina) cortan el paso del puente internacional que une las poblaciones de Profesor Salvador Mazza y San José de Pocitos a la espera de que sendas cancillerías gestionen el compromiso gubernamental de la construcción de un puente paralelo. Además los argentinos piden la reactivación del ramal ferroviario C15.
En tanto, cerca de 100 vehículos y cerca de 300 camiones de gran porte que transportan combustible y mercadería se encuentran varados de ambos lados. Si bien el miércoles los manifestantes en determinados horarios permitieron el paso de vehículos en la jornada de ayer, el bloqueo fue total, según informó el periodista de Salvador Mazza, Raúl Costes.
“Ante el tiempo transcurrido con la medida, los camioneros bolivianos pidieron a los manifestantes que les permita el paso a cambio de un apoyo con el reclamo, pero no llegaron a un acuerdo”, dijo Costes.
Piden trabajo
Consultado sobre la situación, Mario Rearte, vocero de la Mesa Coordinadora de Desocupados del Departamento San Martín, señaló a Nuevo Diario que en la jornada de ayer volvieron a reunirse con los cónsules de cada país, sin obtener respuestas. “Además del puente gemelo, los argentinos pedimos que, ya que no tenemos trabajo ni changas por ahora, nos den obras complementarias del ramal C15, como el desmalezado, hasta que inicie su construcción”, sostuvo.
“También nos convoca las dificultades que traerá la caída estrepitosa de los hidrocarburos, ya que eso traerá aparejado la caída de las regalías. Además que en la zona norte donde hay un 70% de desocupación, cada vez hay menos obras en los municipios y no tenemos planes sociales para contener la situación”, señaló Reartes.
Agregó que a la fecha, funcionarios ni legisladores, municipales, provinciales ni nacionales se acercaron para conocer sobre el reclamo ni dar soluciones.
Por último, reafirmó que no levantarán el corte hasta tanto desde los consulados no les lleven soluciones. “Los cónsules se comprometieron hacer gestiones a nivel gubernamental. Pero los funcionarios están más preocupados por las elecciones que por lo que le pasa a la gente”.