Su hegemonía en el poder, después de 16 años, por primera vez ya no se presenta estable y la firmeza de la que solía jactarse en su círculo íntimo, parece tener los días contados frente a un nuevo gobierno.
El nuevo jefe político, Gustavo Saenz, amplio ganador en las elecciones del 10 de noviembre ya adelantó que buscará la “renovación” de la dirigencia partidaria y política, tanto en la capital y, sobre todo, en el resto de la provincia.
Así lo expresó el 6 de noviembre pasado, cuando en Rosario de la Frontera, sostuvo, como promesa de campaña, la reforma de la constitución de la provincia para que “se acaben los cargos eternos. Los que ocupen un cargo público no deberán hacerlo por más de 8 años".
En ese descargó a las puertas de las elecciones, el intendente capitalino resaltó también que “los salteños ya están cansados de ver a los políticos peleándose. Lo que tenemos que hacer es pelear por las necesidades e intereses de cada uno de los que viven en nuestra provincia y así lograr la unidad de Salta”.
Frente a esta voluntad manifiesta del jefe político de la provincia, con el record de votos en elecciones para gobernador, Godoy enfrentará una dura negociación si es que predente mantenerse en la presidencia.
Godoy ingresó como diputado por capital en 1999, y llegó para ocupar el lugar dejado nada menos que por Urtubey, quien se iba como diputado nacional.
Desde mañana, antes y después de la sesión de los martes, el presidente comenzará a asegurarse las voluntades necesarias para seguir en la presidencia, o sea la mayoría simple. Y para ello, las reuniones no se limitarán al edificio de calle Mitre 550, sino a los alrededores y otros bastiones, donde Godoy buscará el número de votos suficientes para ese objetivo.
Los días están contados hasta la sesión del domingo, cuando los nuevo diputados electos asumen y ahí nomás se renueven las autoridades en la cámara baja.
Bloques
En ese marco, y hasta el momento, ya se vislumbran ocho bloques de diputados. Entre ellos, el del Partido Justicialista y de Partido de la Victoria, aparecen cada uno con 12 legisladores.
El bloque de Un Cambio para Salta, de Sáenz, en tanto, podría integrarse con 18, y hasta 20 diputados, si se les suma el bloque macrista. El sector de Alfredo Olmedo, en tanto, aparece con 5 miembros, aunque podría sumar tres más, provenientes de la cantera radical, aunque nadie está muy seguro respecto a las voluntades dentro de este espacio político.
Lo que siguen son los unibloques, por un lado los de la izquierda, con un Claudio del Plá, acostumbrado a no votar en esta oportunidades.
Los bloques de Memoria y Movilización Social, de Mariano Moreno, podría ser un aliado del PJ, mientras que por el lado del Frente Plural, ahora en manos de Adrián Valenzuela, el apoyo sería al sector Sáenz. La incógnita, en tanto, gira en torno a la decisión del ganador por el partido Libres del Sur, Francisco Rodríguez, del departamento de La Candelaria.
Negociaciones
Frente a este panorama, Godoy, según fuentes legislativas, apunta a buscar el apoyo que necesita dentro de los bloques del PJ y el Partido de la Victoria, con lo cual tendría 24 votos asegurados, antes que mendigar voluntades en los monoblosques, donde, posiblemente, el pase de factura sea más contundente.
Obviamente, en ese marco, Godoy sabe que este tipo de negociaciones, siempre es más llevadera si se cuenta con el aval del jefe político, lo que, por estas horas parece ser una incertidumbre, en especial en el PJ, donde su presidente, al parecer, no está muy deseoso de intervenir, en especial, luego de que el mismo Godoy deslizará en Urtubey cierta responsabilidad en la reciente derrota electoral.
Enemistado por años, y con intensidad, con Sáenz, a Godoy no le queda otra, dicen algunos, que buscar una reconciliación. Y en busca de ello, el mismo presidente señaló públicamente que el gobernador electo debe opinar, tal como lo hicieron Romero y Urtubey, en sus tiempos.
Con esto, Godoy buscó una decisión anticipada, la que no llegó, al menos públicamente, por lo que a este legislador se le vienen días complicados si lo que busca es perpetuarse en el poder.
Sin dudas, nunca antes, Godoy estuvo en una situación tan comprometida, ni siquiera en 2017, cuando Bettina Romero, hija del ex gobernador, y ahora electa intendenta, llegó a la Cámara de Diputados, y todos apostaban, que sería la nueva jefa de diputados, lo que no sucedió.
El padre de Bettina, senador nacional electo, aparece en este escenario como el aliado o intermediario, al que Godoy podría acudir en busca de obtener la bendición dentro del sector del gobernador electo, el atajo que parece más propicio para mantenerse en el sillón de la presidencia, aunque esto parece imposible, sobre todo después de la promesa electoral de renovación política.
