Afirmó que “es necesario que la dirigencia política salga de sus escritorios y se apoye en los que tienen conocimiento real y práctico sobre el tema”.
El legislador nacional que preside el Bloque Justicialista de la Cámara de Diputados de la Nación, valoró el trabajo que lleva adelante Arroyo, quien ya tomó medidas concretas, envió ayuda esencial y la semana próxima estará poniendo en marcha la Tarjeta AlimentAR que prevé distribuir más de 330 millones de pesos en la Provincia de Salta en el marco del Plan Nacional Argentina contra el hambre.
Consideró además positivo el lanzamiento de una tarjeta provincial afirmando que “lo más importante es tomar en cuenta y reducir al máximo los plazos de implementación y definir acciones para superar la dificultad de llegar a todas las zonas en emergencia”. "“Los chicos no pueden seguir esperando a la burocracia, y tienen que acceder a los alimentos y a la salud todos los días”, añadió.
Afirmó que “no puede haber hambre en la Argentina. Y al respecto señaló que es elemental que se trabaje en conjunto, el gobierno nacional, el provincial, las intendencias y los equipos sanitarios y técnicos que hoy tienen graves dificultades de recursos y organización”.
Zottos, aseguró que “más allá de las situaciones estructurales en las que hay que trabajar seriamente, no se puede seguir demorando en atender la crisis humanitaria que hoy sufren especialmente los sectores más vulnerables del interior profundo salteño".
“Sin lugar a dudas este es un tema que debe ser prioridad de quienes tienen facultades ejecutivas reales” dijo Zottos, al recordar las limitaciones con las que se encontró para trabajar en estos temas cuando ejerció la vicegobernación de la provincia. Zottos acompañó los dos primeros mandatos del gobernador Juan Manuel Urtubey como su vice.
Zottos tiene una dilatada carrera política, ya que ocupó funciones legislativas en representación del departamento San Martín, uno de los afectados por la crítica situación socio-sanitaria junto a los departamentos de Orán y Rivadavia.
Es conciente de la pobreza que existe en el norte provincial, afectado en la década del 90 por el cierre de empresas del Estado como YPF, Gas del Estado, Ferrocarrilles, con la ola privatizadora de Carlos Menem y que apoyó en ese entonces el gobernador Juan Carlos Romero.
También conoce las consecuencias de la ampliación de la frontera agropecuaria con desmontes que dejaron sin sustento y material para artesanias, por ejemplo, a comunidades originarias. Al igual que las asimetrías sociales que perduran en el Chaso salteño.