Durante ocho años, los dos bandos han luchado allí, en un escenario en el que elementos del ejército regular ruso se complementa con unidades separatistas.
Ahora, después de la derrota en Kiev, las fuerzas rusas se están redistribuyendo en la región para enfrentarse a las mejores y más experimentadas unidades de Ucrania.
Las batallas que vienen se parecerán más a las batallas de maniobras de la Segunda Guerra Mundial que a las que se libraron en las ciudades de Kiev, Mariúpol y Sumy en las seis semanas que ha durado la guerra hasta ahora.
Después de su reciente derrota en el norte, Rusia ha llevado a cabo algunos cambios significativos. Ha nombrado a un comandante general. La importancia de esto no es la identidad o la experiencia del coronel general Alexander Dvornikov, sino el hecho de que los rusos tendrán un oficial de comando para coordinar e intentar lograr un solo objetivo operativo enfocado y aparentemente realista, en lugar de tres objetivos separados que compiten entre sí en el norte, el sur y el este.
Mensaje papal
Al dar frente a una multitud su tradicional bendición de Pascua, Francisco hizo foco en la situación en Europa del Este y en Medio Oriente, Libia, Yemen, Myanmar y Afganistán. También lamentó los "casos de criminalidad, violencia, corrupción y narcotráfico" en América Latina. Unas 100 mil personas se congregaron en el Vaticano para escuchar al Papa.
Francisco pidió "paz en la martirizada Ucrania" y lamentó que se vean "señales" de una crisis económica y alimentaria por la guerra con Rusia, al dar frente a una multitud su tradicional bendición de Pascua durante la que también lamentó los "casos de criminalidad, violencia, corrupción y narcotráfico" en América Latina. "Que haya paz en la martirizada Ucrania, tan duramente probada por la violencia y la destrucción de la guerra cruel e insensata a la que ha sido arrastrada".