El moderador de la reunión, Federico Lombardi, explicó que el papa Francisco, que estaba presente, ha querido que a los 190 líderes de la Iglesia católica, entre ellos 114 representantes de las Conferencias episcopales de todo el mundo, se les proporcionase para su reflexión los documentos de la ONU "Hacia un mundo libre de violencia" y "Un rostro familiar: la violencia en la vida de niños y adolescentes", de Unicef.
La pasada semana, según se explicó, el comité organizador de esta cumbre y el Papa se reunieron con la representante de Naciones Unidas sobre la violencia contra los menores, María Santos Pais.
Asimismo, se leyó un mensaje de la representante de la ONU en el que expresaba su esperanza de que este material "pueda servir de apoyo a los esfuerzos de la Iglesia para acelerar su compromiso en este tema tan importante".
La jornada comenzó con una oración y la lectura de un breve testimonio de una víctima: "Cuando fui abusada por un sacerdote, mi madre Iglesia me dejo sola. Cuando necesitaba a alguien en la Iglesia para hablar de mi abuso y mi soledad, todos se escondieron. Me siento aún más sola porque no se a quién acudir". Una de las principales ponencias de la mañana la dio el cardenal indio Oswald Gracias, arzobispo de Bombay. El eje de su exposición fue la rendición de cuentas por parte de los obispos. El cónclave concluye en la fecha y se espera un documento final.