El alcalde de Minneapolis, estado de Minnesota (Estados Unidos), Jacob Frey, decretó un estricto toque de queda.
En el tercer día de fuertes protestas, Estados Unidos sigue en alerta por la muerte de George Floyd a manos de la policía, poco después de ser arrestado.
Su muerte causó una ola de indignación en el país después de que circulara un video en el se ve a un policía blanco arrodillado sobre su cuello, y esta vez las manifestaciones llegaron a la residencia presidencial, en Washington.
"Ninguno de nosotros quiere estar aquí en medio de una pandemia", "sin Justicia no hay paz" y "Black lives matter (las vidas negras importan)" son algunas de las consignas que se escucharon en la movilización contra del racismo.
Además de carteles con la frase "No puedo respirar", en alusión a las palabras que repetía Floyd en el video de su arresto.
Según trascendió, el Gobierno estadounidense decidió cerrar la Casa Blanca ya que adentro se encontraba el presidente Donald Trump y miembros de su gabinete.
La protesta comenzó en el centro de la ciudad alrededor de las 18. La mayoría de los manifestantes llevaron barbijos y otras protecciones para evitar contagios de coronavirus, dado que Estados Unidos ya registra más de 1.700.000 infectados.
Por otro lado, el fiscal del condado de Hennepin, Mike Freeman, informó que el agente Derek Chauvin, implicado en el asesinato, fue arrestado una vez que su oficina interpuso una acusación contra él por "asesinato y homicidio involuntario".