Los esfuerzos de búsqueda se reanudaron poco después de la visita al lugar del presidente del país, Joe Biden, quien prometió que el Gobierno federal cubrirá los gastos de los operativos y se reunió con los familiares de las víctimas mortales y de las 145 personas que aún permanecen desaparecidas.
Este 1 de julio se cumple una semana del colapso de parte del Champlain Towers South, un edificio de 12 plantas y 136 apartamentos, con 40 años de antigüedad que se derrumbó repentinamente frente a la playa en Surfside. En la madrugada del 24 de junio, 55 apartamentos se vinieron abajo en segundos por causas que están bajo investigación.
Cientos de socorristas han estado buscando minuciosamente entre los escombros, en medio del calor y la humedad, en busca de posibles signos de vida. El resultado, por ahora, es de 18 víctimas mortales, entre las cuales dos niños de cuatro y diez años, y más de un centenar de quienes no se tiene rastro.
Suspensión de 15 horas de los operativos por miedo a nuevos derrumbes
Sin embargo, las labores de rescate fueron suspendidas en la madrugada del jueves debido a "movimientos" detectados en la parte del edificio que aún sigue en pie, según confirmaron la alcaldesa del condado de Miami-Dade, Daniella Levine Cava, y el jefe de los bomberos del condado, Alan Cominsky, en una conferencia de prensa.
Cava anunció que las labores de rescate se reanudaron cerca de las 4:45 de la tarde, hora local, una vez que las autoridades determinaron que era seguro. La mandataria informó a su vez de un plan para demoler de manera segura el sector del inmueble que aún permanece en pie, a la vez que los equipos de rescate continúan con la búsqueda.
Joe Biden se acerca a las víctimas y promete apoyo para el rescate y la reconstrucción
La suspensión de la búsqueda se produjo horas antes de que el presidente Joe Biden y la primera dama Jill Biden aterrizaran en Miami-Dade para reunirse con las familias de las víctimas y ofrecer apoyo federal en los esfuerzos de rescate y en la posterior reconstrucción del edificio, en lo que se configura como la calamidad más mortal de su recién asumido mandato.
El primer mandatario dijo que el Gobierno federal tiene “el poder de asumir el 100 % del costo” de la búsqueda de sobrevivientes y limpieza del lugar e instó a los funcionarios locales a acudir a Washington en busca de ayuda. "Esto es vida o muerte", expresó el jefe de la Casa Blanca.
El demócrata reconoció que las esperanzas de encontrar sobrevivientes eran cada vez más remotas, pero dijo que era posible que todavía alguien pudiera salir con vida. "La esperanza es eterna", aseguró. "Podemos hacerlo, el simple hecho de que todos hagan lo que hay que hacer marca la diferencia", dijo.