“Cerca de 105.000 solicitantes de asilo y migrantes llegaron a Europa este año y el número de vidas perdidas en el Mediterráneo superó ya las 2.000”, declaró un portavoz de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), Charlie Yaxley, durante una rueda de prensa en Ginebra.
Estas cifras van en cambio a la baja con respecto a los últimos años.
Un portavoz de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), Joel Millman, explicó que es “el quinto año consecutivo” que se supera el umbral de 100.000 migrantes y refugiados, aunque este año se alcanzó mucho más tarde, agregó.
Como comparación, el año pasado se llegó a esta cifra en julio.
España se convirtió en 2018 en el principal destino de los migrantes y refugiados, con más de 49.000 personas que llegaron por vía marítima, por delante de Grecia (más de 27.700) e Italia (más de 22.160).
De estas personas, más de 1.260 murieron, según la OIM, cuando intentaban llegar a Italia.
Esta semana al menos 17 personas han sido encontradas sin vida en las costas españolas, elevando el número de víctimas mortales en aguas del Mediterráneo a más de 2.000 en lo que va de año, mencionó Acnur en la nota de prensa.
La agencia de la ONU para los Refugiados mencionó que la frecuencia de las muertes en el Mediterráneo ha aumentado. “En septiembre murió una de cada ocho personas que cruzaban. Algo que se debe en gran parte a la importante reducción de las capacidades de búsqueda y rescate”, sostuvo.
El Acnur mencionó que el mayor número de muertes se ha registrado en el cruce a Italia, que suma más de la mitad de todas las reportadas este año, a pesar de que España se ha convertido en el destino principal de los recién llegados.
La organización detalló que cerca de 100.000 solicitantes de asilo y migrantes han alcanzado Europa en lo que va de 2018. Mencionó que más de 48.000 personas llegaron a España por mar, comparado con las 22.000 en Italia y 27.000 en Grecia.
La organización criticó las restricciones que se le han impuesto a diversas ONG que desean hacer operaciones de búsqueda y rescate.
“Si las operaciones de rescate de las ONG en el Mediterráneo cesaran por completo, corremos el riesgo de volver al peligroso contexto al que asistimos tras el fin de la operación naval italiana Mare Nostrum en 2015, cuando cientos de personas murieron en un incidente en la costa de Lampedusa”, indicó el Acnur.
La agencia recordó que las personas rescatadas en aguas internacionales no deben ser retornados a Libia, donde las condiciones no son seguras.