El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, avanzó contra las redes sociales. Con el objetivo de “defender la libertad de prensa”, el mandatario firmó ayer un decreto para que Twitter, Facebook y otros gigante tecnológicos se hagan responsables de la publicación de los contenidos.
“Estamos aquí para defender la libertad de prensa de uno de los más grandes peligros que enfrenta la historia estadounidense”, dijo el mandatario y acusó a las compañías de redes sociales de tener un “poder sin chequeo para censurar, restringir, amoldar, esconder, alterar virtualmente cualquier forma de comunicación entre los ciudadanos privados o o grandes audiencias públicas”.
En ese sentido, aseguró que instruyó al fiscal general William Barr para que trabaje con los estados para hacer cumplir las leyes contra lo que describió como “prácticas comerciales engañosas” por parte de las empresas de redes sociales.
La decisión del mandatario podría abrir la puerta a un millar de demandas judiciales contra las redes por el contenido que publican.
Por otro lado, Trump sostuvo que “un pequeño y poderoso monopolio de redes sociales controla una vasta población de las comunicaciones públicas y privadas en Estados Unidos”, y apuntó contra Twitter al considerar que toma “decisiones editoriales” y que ya no es una “plataforma neutral” sino un editor “con un punto de vista”.
Además, acusó a la red de tener un “activismo político”.