Venezuela continúa en el equilibrio inestable, los asaltos enfrentados por el chavismo, la incapacidad de la estrategia opositora acusada de "golpista" para lograr el desenlace a la vez que el desgaste producto del cuadro económico y el impacto de las operaciones de desestabilización. La situación parece lejos de tener un punto de resolución cercano.
Guaidó, que había convocado a la “marcha más grande” en la historia del país, dijo en Twitter que “millones de venezolanos” estaban en las calles en “esta fase final” de su movimiento para expulsar a Maduro.
Pero a última hora de la tarde, muchos de los manifestantes en Caracas volvían a sus casa tras violentos choques con la Guardia Nacional en distintos lugares de la ciudad.
Grupos de derechos humanos reportaron 77 heridos el miércoles en todo el país, además de 168 detenidos desde el martes. Una persona falleció el martes baleado en una manifestación en el estado Aragua, al oeste de Caracas.
La oposición venezolano ha abarrotado en numerosas ocasiones las calles para exigir la salida de Maduro, pero no ha conseguido su objetivo pese a la dramática situación económica que ha llevado a millones a emigrar del país petrolero.
Guaidó, que hace más de tres meses se proclamó presidente encargado pero que carece de control sobre el aparato gubernamental o militar, tiene el reto de mantener viva la protesta.
“Seguimos en las calles hasta lograr nuestros objetivos (...) lograr la libertad de toda Venezuela”, dijo el miércoles Guaidó en un acto en el este de Caracas.
En su intento más audaz para atraer a las fuerzas armadas, Guaidó había aparecido el martes por la mañana temprano frente a una base de la fuerza aérea de Caracas con docenas de miembros de la Guardia Nacional, que dio paso a una jornada de protestas violentas.
Guaidó, quien acusa a Maduro de usurpar el poder porque dice que su reelección fue un fraude, agregó que “si el régimen creía que habíamos llegado a nuestro máximo de presión, ni se lo imaginaba (lo que ocurrió el martes)”.
El líder opositor dijo que a partir de ahora van a tener jornadas de protestas todos los días y que hoy jueves comenzarán paros escalonados de empleados públicos, que ya tienen jornada laborales reducidas desde marzo debido a los problemas de suministro eléctrico.
Rectificaciones en la revolución
Maduro, por su parte, dijo el miércoles en un acto cerca del Palacio de Miraflores que había que hacer rectificaciones en “la revolución”, algo que ya había anunciado en enero.
El mandatario socialista dijo que convocaría a “una gran jornada nacional de diálogo de acción y de propuesta de todo el poder popular para que le digan al gobierno bolivariano y a Nicolás Maduro qué hay que cambiar, para un gran de cambio dentro de la revolución bolivariana”, pero no ofreció detalles.
Pese a los llamados de la oposición y la comunidad internacional, los altos mandos militares hasta ahora se han mantenido alineados con Maduro y la Guardia Nacional se desplegó en puntos de Caracas y otras ciudades.
El primero de mayo fue también una jornada de movilización del chavismo. Como cada año la marcha fue grande, en una nueva demostración, como el día de ayer y desde inicio de enero, de la capacidad de calle del movimiento chavista.
El acto final tuvo lugar en las inmediaciones del Palacio de Miraflores, donde hablaron varios dirigentes, así como Maduro.
En ese contexto Maduro se refirió a la actual situación de ataque por parte de EE.UU. y sus aliados, y realizó un llamado en caso de que se diera un asalto al poder por parte de quienes intentan concretar el golpe de Estado: “Láncense a las calles todos los comités locales de abastecimiento y producción, consejos comunales, milicias bolivarianas, unidades de batalla Hugo Chávez, pueblo a la calle, no lo duden ni por un segundo”.
A su vez anunció que habrá jornadas de diálogo, acción y propuesta el fin de semana del 4 y 5 de mayo junto a las diferentes estructuras de poder popular, del Partido Socialista Unido de Venezuela, y de los gobernadores. El objetivo: decirle a Maduro qué es necesario cambiar, trazar un plan para rectificar.
El primero de mayo terminó con tranquilidad de superficie y muchas preguntas. ¿Cuáles son los próximos pasos en el intento de derrocamiento? ¿Cuál fue el objetivo del 30? ¿Se trató de un globo de ensayo para medir fuerzas? ¿Una acción efectivamente fallida? ¿Un recambio de liderazgo para que ingrese en juego Leopoldo López? Los próximos días, semanas, darán más respuestas a las preguntas.