Tras rezar el Ángelus asomado a la ventana del palacio pontífico, Francisco expresó su cercanía al pueblo venezolano "particularmente afectado por la prolongación de la crisis".
Y pidió orar al Señor para "inspirar e iluminar a las partes en causa para que puedan llegar cuanto antes a un acuerdo que ponga fin al sufrimiento de la gente por el bien del país y de toda la región".
Venezuela atraviesa un agravamiento de la crisis política desde enero pasado, cuando Nicolás Maduro juró un nuevo mandato como presidente cuya legitimidad no reconocen la oposición y buena parte de la comunidad internacional y, en respuesta, y el jefe del Parlamento venezolano, Juan Guaidó, proclamó un Gobierno interino.
“Una vez más quiero expresar mi cercanía al amado pueblo venezolano”, afirmó el Santo Padre a quienes viven en Venezuela y padecen esta larga “crisis”.
“Recemos al Señor para que inspire e ilumine las partes involucradas, de modo que puedan llegar, cuanto antes, a un acuerdo que ponga fin al sufrimiento de la gente por el bien del país y de toda la región”, exhortó el Papa.
Poco, después, el Santo Padre envió un mensaje a través de su cuenta oficial de Twitter @pontifex en el que solicitó de nuevo oraciones por el pueblo de Venezuela que sufre por la prologanda crisis.
Discurso al cuerpo diplomático
Anteriormente, el Pontífice pidió por Venezuela, esto durante el encuentro anual con el cuerpo diplomático ante la Santa Sede a principios de año, anhelando se encuentren “vías institucionales y pacíficas para solucionar la crisis política, social y económica”.
“Vías que consientan asistir sobre todo a los que están probados por las tensiones de estos años y ofrecer a todo el pueblo venezolano un horizonte de esperanza y de paz”, agregó el Papa, quien agradeció también a Colombia por recibir a migrantes venezolanos, reconociendo asimismo que “las olas migratorias de estos años han causado desconfianza y preocupación entre la población de muchos países, especialmente en Europa y América del Norte, y esto ha llevado a varios gobiernos a limitar en gran medida los flujos entrantes, incluso los de tránsito”.
Sin embargo, el Santo Padre destacó que “no es posible dar soluciones parciales a una cuestión tan universal” porque “las emergencias recientes han demostrado que se necesita una respuesta común, coordinada por todos los países, sin prevenciones y respetando todas las instancias legítimas, tanto de los Estados como de los migrantes y refugiados”.