La conmemoración se hizo ayer en Buenos Aires, pero también hubo actos en varias provincias, entre ellas Salta, en las que se recordó este acontecimiento.
Morales cerró el acto con un largo discurso en el que repasó su carrera política, desde sus días como dirigente gremial, hasta el golpe de Estado que lo derrocó y puso en el poder a la mandataria de facto, Jeanine Áñez.
Asimismo, el dirigente hizo una defensa férrea de su gobierno asegurando que Bolivia estuvo "seis años primero en crecimiento económico en Sudamérica, algo que nunca había pasado", y sostuvo que el capitalismo es "el peor enemigo de la humanidad".
Cargó con dureza contra EEUU, a quien acusó, una vez más, de estar detrás del golpe que terminó con su salida del mando y la del resto de su gobierno, y afirmó que ocurrió porque su país avanzaba en la industrialización del litio.
Afirmó que "durante 20 años de neoliberalismo la renta petrolera era de 3.000 millones de dólares y luego de la estatización era de 38.000 millones", por lo que acotó: "Imagínense cuánto perdíamos los bolivianos".