Turquía impuso desde ayer una cuarentena total en las 81 provincias de su territorio que durará cuatro días, hasta el final del Eid al-Fitr, que marca el término del Ramadán, para tratar de contener un virus que ya ha matado a más de 4.200 personas en el país.
Por su parte, el presidente de Irán, Hasan Rohani, anunció que el país reabrirá esta semana todos sus santuarios y centros religiosos, pero recién desde mañana, un día después del Eid al-Fitr.
Para evitar el aumento del riesgo de contagio, los centros religiosos abrirán "una hora después del amanecer y cerrarán una hora antes de la puesta del sol", dijo Rohani, citado por la agencia de noticias EFE.
Países islámicos pero árabes de Medio Oriente, como Arabia Saudita, Egipto e Irak, anunciaron en la víspera una combinación de toques de queda, cierres de comercios y prohibiciones de viaje para los días festivos del Eid al-Fitr, luego de registrar durante el Ramadán incrementos en los contagios de coronavirus de hasta un 350%, según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En primer lugar, hoy en la mañana al alba los fieles no podrán realizar el tradicional rezo colectivo, que marca el final del mes de ayuno y el comienzo del Eid al-Fitr, y que suele reunir a una gran cantidad de personas en las mezquitas y espacios designados para la oración.
Secuestros en Irak
La ONU en un documento presentado ayer detallan que en los secuestrados en Irak, habían participado o apoyado las movilizaciones populares, eran activistas o habían publicado críticas al Gobierno en las redes sociales. Se trata de 123 activistas que se indican son sometidos a abusos y torturas desde que estallaron las protestas antigubernamentales el 1º de octubre del año pasado y que 25 de ellas siguen desaparecidas. El último informe de la Misión de Naciones Unidas en Irak detalla que los secuestrados apoyaron las movilizaciones populares.