El Ministerio de Salud registró 730 muertos en las últimas 24 horas y llegó a 10.627 decesos por el nuevo coronavirus, en tanto que 10.611 personas se infectaron en ese lapso con lo que la cuenta de casos positivos llega a 155.939.
Tras conocerse el sombrío reporte, el Congreso de Brasil decretó hoy luto oficial por tres días en tributo a los muertos por la COVID-19, por lo que quedaron prohibidas todas las celebraciones y festividades en ese lapso.
"Este Parlamento, que representa al pueblo y el equilibrio federativo de esta Nación, no está indiferente a este momento de pérdida, de tristeza y de pesar", señalaron los presidentes de la Cámara de Diputados y del Senado, Rodrigo Maia y Davi Alcolumbre, respectivamente, en un comunicado conjunto.
Horas después, la Suprema Corte de Brasil emuló la iniciativa y decretó también un luto oficial de tres días.
Frente a esta situación crítica, esta mañana el Papa Francisco llamó por teléfono al cardenal Odilo Pedro Scherer, arzobispo de San Pablo, el estado más afectado por la pandemia, a quien le expresó su preocupación por el número de pacientes y la pérdida de vidas humanas, informó la arquidiócesis paulista.
“Expresó su cercanía y solidaridad con toda la población de San Pablo y dijo que rezaba por nosotros. Finalmente, pidió transmitir su bendición apostólica a todos y también se recomendó a nuestras oraciones por él”, dijo el Arzobispo.
Anoche, una corte de tercera instancia, el Superior Tribunal de Justicia de (STJ), suspendió una decisión judicial que obligaba al presidente a divulgar el resultado de las pruebas de coronavirus a las que fue sometido en marzo.
El presidente del STJ, João Otávio de Noronha, dejó sin efecto un fallo judicial, confirmado en segunda instancia, que determinaba la divulgación pública de los resultados de los test de Bolsonaro, después de que el periódico O Estado de Sao Paulo solicitara los exámenes del jefe de Estado por tratarse de un asunto de "interés público".
Noronha acató, sin embargo, un recurso de la Abogacía General del Estado que pedía que se respetara la privacidad e intimidad de Bolsonaro, alegando que los datos e informaciones solicitadas no dicen respecto al ejercicio de la función como presidente.
Bolsonaro fue considerado un caso sospechoso de COVID-19, la enfermedad que causa el nuevo virus, tras regresar de una visita oficial a Miami, donde se reunió con el presidente estadounidense, Donald Trump, y en la que la mitad de su comitiva, formada por unas 40 personas, contrajo la enfermedad.