La ausencia de un presidente de Brasil en la ceremonia de traspaso argentina será llamativa, pero se explica debido a los conflictos surgidos entre Bolsonaro y Fernández.
De esta manera, en la ceremonia que consagrará a Alberto Fernández como nuevo presidente de Argentina es casi seguro que la representación brasileña se reduzca a su más básica expresión diplomática, es decir, el embajador Sergio Danese.
La causa del enfrentamiento entre Alberto Fernández y el presidente Bolsonaro es la visita realizada por el entonces candidato presidencial al ex presidente Lula en la prisión de Curitiba, en la que exigió la libertad de quien considera un “preso político”.
El funcionario del país vecino tenía previsto encontrarse con el presidente saliente y el entrante. Y, además, tenía pautado reunirse con empresarios locales y con Daniel Scioli, el designado embajador en Brasil, con la preocupación puesta en las tensiones bilaterales.
Según detalla Clarín, el presidente de Brasil quedó molesto con la presencia en la comitiva que encabezó el jueves el presidente de la Cámara de Diputados, Rodrigo Maia, de dos legisladores de izquierda.
Áñez tampoco asistirá
La autoproclamada presidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez, aseguró sobre Alberto Fernández y Cristina de Kirchner en la cuenta regresiva a la asunción presidencial: “Ellos tienen una afinidad ideológica que yo no comparto”, sostuvo Áñez en una respuesta que incluyó a la vicepresidenta electa y ex mandataria Cristina Fernández de Kirchner y al sector político que esta comparte con Fernández, cuando se le preguntó cómo se sentía a raíz de que el próximo jefe del Estado argentino invitara a su investidura al ex presidente boliviano Evo Morales y no a ella.
“Cristina Kirchner es de la misma ideología de Evo Morales y nos han demostrado de manera sobreabundante que ellos desprecian la democracia; entonces, yo no tengo ninguna afinidad con gente que no respeta la democracia, que coarta las libertades”, explicó. La autoproclamada presidenta interina agregó: “Ni siquiera me hubiera sentido cómoda (asistiendo), en realidad no tengo ni afecto ni desafecto, me resulta muy indiferente”. Además, y en esa entrevista Áñez, aseguró que no planea ser candidata en las próximas elecciones presidenciales, aunque no descartó por completo esa posibilidad