Los tres agentes vinculados a la muerte del joven hispano, identificados como Samuel Routledge, Ryan Starbuck y Jonathan Jackson, presentaron su renuncia el jueves 18 de junio, mientras el jefe de la policía, Chris Magnus, hizo lo mismo ayer luego de que se conociera la filmación, según reportó la cadena CNN.
En el video, difundido por la policía en las últimas horas de hoy, pero que se remonta al 21 de abril-, se ve a Carlos Ingram López, que es perseguido por agentes dentro de una casa, y luego de maniatarlo, lo mantienen con su rostro sobre el suelo durante 12 minutos.
Tal como en caso de Floyd, que desató una ola de protestas antiracistas de magnitud desconocida en décadas en EEUU, López grita durante minutos "no puedo respirar", además de suplicar en repetidas ocasiones, en inglés y español, por agua.
La alcaldesa de Tucson, Regina Romero, primera latina en conducir una ciudad con alta población hispana, se manifestó "profundamente perturbada e indignada" y brindó sus condolencias a la familia de la víctima.
Magnus aseguró que los oficiales no usaron un estrangulamiento contra López, pero que sí violaron las pautas de entrenamiento al restringir a la víctima en una posición boca abajo, antes de que la víctima sufriera un paro cardíaco y muriera en el lugar.
El informe de la autopsia dijo que la causa de la muerte fue una combinación de restricción física y paro cardíaco que involucra intoxicación por cocaína.
Dos de los oficiales involucrados son blancos y uno es afroamericano, informó Lane Santa Cruz, miembro del Consejo de la Ciudad.
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