Ayer se cumplió con el recorrido por distintos lugares de El Alfarcito por parte del representante de la fiscalía, Federico Obeid, abogados, criminalistas, fotógrafos y personal policial.
A partir de las 9.30 Luis Segovia representante de la querella de la víctima Juan Carlos García, José Fernández, defensor de Lamas, Sergio Obeid, fiscal y Verónica Saldaño, asesora, visitaron a dos familias que eran dueñas de las casas, que la víctima describió en la denuncia.
Así se pudo corroborar el lugar donde dormían los sacerdotes, por la colaboración que la gente brindaba a quienes llegaban a llevar adelante las fiestas patronales.
El momento más fuerte
"Hoy después de tantos años vuelvo a un lugar donde marcó mi vida... fue difícil pero me sentí fortalecido porque busco Justicia. Llegaron a mi mente muchos recuerdos . Aunque actualmente se agregaron otras partes edilicias y se modernizaron ciertas fachadas... Alfarcito sigue siendo como siempre. Esta lucha aun continúa y vamos con pasos firmes porque decimos la verdad...", posteó en su muro de Facebook, García sobre su experiencia vivida.
La víctima sostuvo luego de la visita que “sin lugar a dudas fue el momento más fuerte que tuve que afrontar desde que denuncié todo esto, fue volver al lugar y rememorar el abuso, pero vengo buscando justicia y creo que la voy encontrando”.
Más allá de todo lo señalado muchas cosas cambiaron en relación que la obra del párroco que luego estuvo en el lugar y que ya falleció, padre Chifri, como por ejemplo antes había una pequeña escuela y hoy se levantó un colegio secundario con 127 chicos, de distintos parajes.
Sin embargo, las familias mencionadas por García, pudieron dar sus testimonios sobre distintos aspectos.
“Así se tomó testimonial a Tiburcio Bautista, de 87 años, a su hijo, a una sobrina, y se pudo corroborar y dar veracidad a sus dichos en relación a las descripciones que hizo en la denuncia”, dijo Segovia, calificó de una medida positiva y suma un elemento más de prueba para la causa, que se inició en contra del ex sacerdote.
Los hechos por los que está imputado el ex sacerdote habrían sucedido en el Paraje Alfarcito, localidad de Rosario de Lerma en el mes de agosto de 1991, y en la parroquia de Rosario de Lerma en el mes de setiembre de ese año.
La denuncia fue radicada por la víctima el 19 de mayo del año pasado. El denunciante García era monaguillo en Rosario de Lerma.
El escándalo estalló a fines de septiembre, cuando contó a la prensa su dramática historia. Luego la iglesia expulsó a Lamas y la fiscalía movilizó el expediente paralizado hace más de un año.