Mónica Morales, madre de la víctima estará por primera vez frente a frente con el supuesto femicida de su hija. En una charla con Nuevo Diario, dijo que una llamada telefónica de una voz de mujer le dijo que Paola estaba muerta, y cortó.
"Con tristeza esperamos que este juicio nos permita, al finalizar, retornar a una vida, que sin Paola es muy difícil, sobre todo cuando tenemos a su hijita de 4 años, que ya empezó su etapa escolar, pero será cerrar esta situación que nos partió en dos", dijo Morales.
Aseguró que serán días de mucho nerviosismo, ya que será duro estar frente a quienes vieron los últimos momentos de vida de Paola, la joven que desapareció un 16 de mayo del 2017.
"Queremos que los padres de Zambrani, vayan presos, y este juicio debe servir para demostrar que ellos fueron parte importante a la hora de encubrir el crimen, por otra parte servirá para visibilizar una vez lo ocurrido a mi hija", señaló.
Tanto Mónica Morales, como el padre de la hija de Paola, tíos, y la hermana fueron citados para prestar testimonial el primer día del juicio a horas 8.
Mónica recordó que a dos meses de la desaparición de su hija recibió una llamada telefónica de una mujer que le decía que Paola estaba muerta.
"Yo siempre busqué a mi hija viva, pensé que este hombre-por Zambrani- la tenía en algún lugar, la busque por todas partes, fuimos a Güemes, a Jujuy llevando folletería, dejando numero de teléfono para que nos avisaran cualquier dato, así fue que un día recibí esa llamada, y yo le pase ese teléfono al fiscal", recordó Álvarez.
Zambrani y Paola mantenían una relación, y según consta en el expediente, la víctima quiso terminar con el victimario, y ese habría sido el motivo del femicidio.
El día de la desaparición de Paola, Zambrani le habría dado alguna sustancia porque se advirtió en su historial de la PC que averiguó días previos sobre el clonazepam.
Paola estuvo en la casa de los Zambrani y de allí nunca más se la vio con vida.