El acusado, de 61 años, recibió una pena de 6 años de prisión.
La condena se dictó en el marco de un procedimiento abreviado llevado a cabo en la Sala VII del Tribunal de Juicio, presidido por el juez Francisco Mascarello, quien dictó la condena en contra del imputado por el delito de abuso sexual con acceso carnal. De la sentencia, surgió que el imputado fue denunciado por la madre de la víctima, quien reveló que, al momento del hecho, su hija tenía 19 años y señaló que padece retraso madurativo leve, cuadro que fue ratificado por los exámenes médicos del caso.
En su relato del caso, la mujer sostuvo que recién se percató del abuso cuando visitaron al médico para un chequeo de rutina, circunstancias en que se enteró que la joven estaba embarazada de alrededor de tres meses, según los estudios realizados.
Respecto a su estado de embarazo, la damnificada le contó a su madre que había sido abusada sexualmente por un tal Antonio y que desconocía su apellido, aunque precisó que el sujeto vivía cerca de la plaza del barrio Timoteo.
Posteriormente, la mujer amplió la declaración en base a nuevos datos reunidos y sostuvo que el autor del hecho asistía a la Iglesia Universal, igual que ellas y que en una oportunidad había invitado a su hija a tomar la merienda a su casa. La joven aceptó la invitación y se presentó en la casa del acusado. Relató a su madre, que al llegar el acusado se encontraba con otros dos sujetos, los que la recibieron y luego le ofrecieron un vaso de gaseosa, sin advertir nada extraño.
Luego de tomar el vaso de gaseosa, es que se sintió mareada y se desvaneció, pues perdió el conocimiento. Más tarde, cuando despertó estaba en la cama del imputado, tenía el pantalón desprendido y un fuerte dolor en la zona vaginal. A partir de la denuncia de la madre, la fiscalía pudo avanzar y lograr la detención del acusado, quien luego reconoció su conducta delictiva ante el cúmulo de pruebas que se había reunido en su contra y accedió al juicio abreviado.