Este hecho ocurre desde que se separó de su ex pareja, a los cinco meses de embarazo. Resulta que ella y su familia no le permiten al padre conocer a la beba. Con este objetivo llegaron a mantenerla oculta, sin asentar datos de filiación en el Registro Civil durante más de 30 días después de su nacimiento.
En tiempos donde se prima el derecho de los niños, niñas y adolescentes, una familia habría tomado de rehén a una bebé, realizando ciertas estrategias que tendrían como único objetivo de no permitir que el padre, ni a su familia paterna, que conozcan a la niña.
El papá se llama Facundo Patrese. Se separó de la actual madre de su hija, cuando ella cursaba el quinto mes de embarazo pero no se desentendió de sus responsabilidades como padre y acusa a su ex pareja y a la familia materna de acciones sistemática para frustrar este objetivo.
La abogada del padre afectado, Natalia Carolina Otero, denunció como principal ideóloga de estas maniobras a la abuela materna Elizabeth Rosario Maldonado Claure, quien paradójicamente es funcionaria de la Secretaria de la Niñez del Gobierno de la provincia de Salta.
“Resulta aún más alarmante el comportamiento de esta señora, ya que se supone que en su labor debe tener como eje y responsabilidad la protección del interés superior del niño o de la niña, entendiendo como fundamental la vinculación de la menor no solo con su padre sino con toda la familia paterna, ponga constantes obstáculos para llevar a cabo tal vinculación”, manifestó la abogada Otero.
Esta historia comenzó el 26 de mayo, día en que nació la menor, por decisión de su abuela materna, en su papel de funcionaria, no le permitió al padre conocer a su propia hija. Situación que se mantiene hasta el día de hoy.
Las maniobras de la funcionaria Maldonado Claure para desvincularla del afecto de su papá y la familia paterna, incluso, han llegado al extremo de no anotarla en el Registro Civil. Situación que fue revertida, tras casi un mes y medio tras interponer una intimación judicial con los abogados de Patrese, padre de la niña.
“Convocamos a 5 mediaciones, pero la madre nunca se presento. En las últimas solo se presentaron los padres de ella con una actitud hostil y poco colaborativa al objetivo primordial, que es el de resguardar el derecho que tiene la niña de conocer y generar un vínculo con su padre y la familia paterna”, concluyó Otero.
