Esa pericia derivó en un informe final respecto a los ejercicios presupuestarios de los períodos 2018-2019, de los cuales se pudo determinar diversas observaciones, como "la inexistencia de un sistema de control interno; de indicadores de gestión en orden a la evolución de los recursos, su seguimiento y control, y el incumplimiento de las normas vigentes en materia de compra de bienes y contratación de servicios".
A su vez, evidenció una falta de control sobre los bienes adquiridos y servicios contratados y el incumplimiento de normas contables, financieras y presupuestarias, entre otras.
También hubo inconsistencias determinadas en gastos de combustibles, reparación de vehículos, compras de repuestos y alquiler de bienes.
Asimismo, se identificaron retiros de dinero en efectivo que "eran autorizados por el Intendente y el Secretario de Hacienda y surge que ante un requerimiento del Banco Macro y conforme lo dispuesto por la Unidad de Información Financiera, se debía informar el destino de los fondos durante el trimestre abril, mayo y junio de 2019, por la suma de $11.514.135. Al realizar el relevamiento de dichos fondos, las extracciones referidas no se registraron en el sistema informático".
Por otra parte, el estudio indicó ciertas irregularidades en el manejo de fondos nacionales, los cuales corresponden, casualmente, a programas de ese orden.