La víctima de este nuevo homicidio registrado en el norte provincial fue identificada como Rodrigo Rojas, quien murió como consecuencia de un disparo en la zona del tórax.
Por lo reconstruido por policías de la Brigada de Investigaciones, Rojas habría mantenido una disputa con Carlos Héctor Manuel Villafañe, sin que se conozca con certeza las razones de la discusión.
Lo cierto es que en un momento dado Villafañe extrajo un arma de fuego y le disparó a Rojas, quien cayó malherido.
De inmediato, el autor del disparo encontró refugio en la casa de un vecino, identificado como Santiago Felipe Aranda, en cuya vivienda los policías encontraron no solo a Villafañe, sino también varias plantas de marihuana, por lo que se dio intervención a la División de Drogas Peligrosas.
Todo esto, según lo informado por fuentes policiales, ocurrió en el límite entre los barrios Santa Rita y Villa Güemes, en
Tartagal, donde casualmente, la madrugada del miércoles pasado, se registraron disturbios causados por un grupo de sujetos que apedreó varias casas.
Varios disparos
Al investigar lo sucedido, la policía pudo establecer que los primeros incidentes se desarrollaron el martes a la noche, cuando vecinos de Villa Güemes alertaron sobre casas apedreadas a pocos metros de la vivienda de un conocido vendedor de drogas de la zona, en donde, casualmente, se refugió el principal sospechoso del asesinato del joven Rojas.
De acuerdo con los testimonios de vecinos, un grupo de jóvenes que llegaron de barrio Santa Rita, fueron los que comenzaron con los disturbios, los que incluyeron no solo casas apedreadas sino también algunos disparos, todo esto en un contexto de aislamiento obligatorio, el cual, obviamente, no era cumplido por los vándalos que salieron a la calle a buscar pelea.
Entre las hipótesis que se barajan, no se descarta que Rojas haya salido a enfrentar a los belicosos para evitar los ataques, circunstancias en que habría sido baleado.
Tras el fatal disparo, los vecinos auxiliaron a Rojas, de 20 años, quien fue traslado de urgencia al hospital Juan Domingo Perón, donde los médicos lo asistieron, pero finalmente falleció a las dos de la madrugada del miércoles debido a la hemorragia causada por el balazo recibido durante la disputa.
Al llegar al lugar del hecho, los vecinos enseguida apuntaron a la casa de Aranda como el lugar donde estaría oculto el asesino, por lo que los efectivos inmediatamente irrumpieron en la casa.
Al ingresar, los uniformados detuvieron a Villafañe y a su cómplice, circunstancias en que se dieron con la presencia de varias plantas, de grandes dimensiones, de marihuana.
La vivienda, tal como señalaron los vecinos, era una boca de expendio de droga, algo que fue denunciado en varias oportunidades, aunque nunca hubo una actuación de la Justicia al respecto.
Dado el inusual hallazgo, ahora se trabaja en investigar si había otros implicados en el cultivo y comercialización de la marihuana.
Imputación penal
Ayer, tras reunir las pruebas del caso y cumplir con otras diligencias, se concretó la imputación penal de los dos detenidos.
El fiscal penal de la Unidad de Graves Atentados contra las Personas de Tartagal, Pablo Cabot, imputó a Villafañe, de 29 años, del delito de homicidio agravado por el uso de arma de fuego.
Asimismo, Aranda, propietario de la vivienda donde se refugió Villafañe, fue imputado como autor del delito de encubrimiento agravado.
Desde la fiscalía, en tanto, se solicitaron diversas medidas probatorias tendientes al esclarecimiento del hecho y que los acusados permanezcan detenidos a fin de garantizar el trámite del proceso penal, el cual está en su etapa inicial.
