Ayer, a través de un portal informativo local, salió a luz el contenido de las denuncias radicadas por las víctimas.
Una de ellas, quien conoció al sacerdote Horacio Chauque Perales en la parroquia Cristo Rey, en Villa Los Sauces, reveló que el acusado se mostraba firme y recto, aunque esto se trató solamente de una fachada, ya que cuando se ganó su confianza, comenzó a someterlo a todo tipo de tocamientos impúdicos. Sostuvo que el sacerdote solía sentarlo en sus piernas, tras lo cual comenzaron a deslizar sus manos por su espalda, para luego avanzar hacia las nalgas y la entrepierna.
El joven indicó que todo esto sucedió cuando tenía 13 años, siendo uno de los colaboradores de la parroquia, lugar al que su madre lo llevaba frecuentemente creída que era seguro.
Aseveró que luego de ser trasladado, el sacerdote mantuvo el acoso a través de mensajes por las redes sociales, y que luego de un encuentro casual en el centro, el cura le pidió que no diga nada de los abusos.
Agresivo
Por otra parte, un segundo denunciante señaló que fue violado por el sacerdote, cuando concurría a la parroquia Nuestra Señora del Tránsito, en la avenida Reyes Católicos y Ameghino, a donde Chauque Perales fue trasladado.
En este caso, la víctima contó que conocía al cura cuando tenía 18 años, y que con el tiempo, se ganó su confianza al punto tal que lo solía invitar a cenas, salidas y a ver películas en la parroquia, lo que sucedía, por lo general, cuando el párroco principal, Dante Bernacki, no se hallaba en el edificio.
En ese marco, relató que en una ocasión, luego de cenar, el sacerdote lo llevó a la fuerza a su habitación, donde lo violó y luego, entre sollozos, le pidió perdón por el abuso sexual.
Esta situación, sin embargo y lejos de cesar, volvió a repetirse en otras dos ocasiones, oportunidad en que el sacerdote le practicó sexo oral al joven, a quien luego denigró con intenciones de que el mismo no lo denunciara.