El martes último, el caso tuvo un giro y el policía fue detenido debido a que se ampliará la acusación en su contra al comprobarse que mientras cumplía la consigna fija y personal de la víctima, atendía asuntos personales al momento del ataque.
Lo determinó el fiscal penal 3 de la Unidad de Graves Atentados contra las Personas, Gustavo Torres Rubelt, en el marco de la investigación por el femicidio de Flores, ocurrido la mañana del 24 de diciembre pasado en una vivienda de barrio Los Paraísos de Cerrillos.
El funcionario solicitó al Juzgado de Garantías interviniente, la detención del efectivo policial a fin de ampliar la acusación penal en contra del efectivo, en este caso, por el delito de abandono de personas seguido de muerte.
El pedido obedece a que, del relevamiento de testigos y del análisis del celular del efectivo, pudo comprobarse que al momento en que se produjeron las detonaciones en el interior de la vivienda de Flores, se encontraba manteniendo una comunicación telefónica personal con una mujer, la que interrumpió al escuchar los disparos y para comunicarse con la dependencia policial de la que dependía.
El fiscal hizo hincapié en el hecho de violencia familiar que se registró horas antes del femicidio, cuando la mujer alertó que su expareja la había golpeado y amenazado con un arma de fuego, y en que la consigna fija y personal que se le asignó a la víctima, debía velar por su bienestar y el de sus hijos hasta que Hedgar Exequiel Almirón fuera detenido.
En el momento que ocurrió el femicidio de Flores, asesinada a balazos por su ex pareja, este policía se encontraba en la puerta del domicilio hablando por teléfono y no se percató que Almirón ingresó por la parte posterior y solo se alertó cuando sintió las detonaciones. Cuando entró a la casa, la mujer ya estaba mortalmente herida y el agresor también, dado que se disparó con el arma de fuego.