“La incertidumbre, según Zygmunt Bauman, se define como la ignorancia más la impotencia”, comienza diciendo el magistrado, cuando se le consulta sobre el debate que se abrió por la pandemia, en la que se dividió la población entre presos a la cárcel o presos a sus domicilios.
Señala la impotencia que todos los sectores sienten ante la situación vital que se atraviesa donde se pone en duda todo, donde además existe la necesidad de evitar contagios masivos.
“Teniendo en cuenta lo dicho, no puede simplificarse la cuestión de las personas privadas de libertad en el dilema: los presos en la cárcel o los presos en sus casas. La situación no es para resolver cómo una ecuación suma cero, sino para reflexionar”, señaló.
Hace una diferenciación entre las distintas jurisdicciones y la premisa que debe existir que "las cárceles serán sanas y limpias", destaca que no se cumple y que esta tarea es responsabilidad de los Poderes y la tarea de los jueces con detenidos a su cargo exigir que esto se cumpla.
Así ha ocurrido por ejemplo en el Hábeas Corpus iniciado por la Defensoría General y en trámite ante la Vocalía N° 1 de la Sala I del Tribunal de Impugnación, en la que frente a un planteo cautelar que pedía que los presos que estaban incluidos como población de riesgo fueran trasladados a su domicilio. Así se solicitó una evaluación de la comision de bioseguridad".
"También se solicitó que el Poder Ejecutivo tomara la prevención de establecer que se respete la cuarentena para el ingreso de nuevos presos en contacto con la población General. “Que nadie ingrese, sin haber estado 14 días aislado, para garantizar que quien ingrese no este contagiado”, dijo.
También advirtió que no existe ningún padrón a llenar con datos que pueda conseguirles domiciliarias “no se dejen engañar. Los jueces resolvemos los pedidos de revisión de medidas de encierro en forma individual con independencia y criterios técnicos según las particularidades de cada caso”, dijo Barrionuevo.