Sobre este tema el referente en Salta de la Red de Sobrevivientes de Abusos Eclesiales de Salta, Juan Carlos García, señaló que brindan su total apoyo a las víctimas, que enfrentan nuevamente sus trágicos y violentos hechos, con el inicio de este juicio.
García, quien junto a Carla Morales denunciaron al sacerdote Emilio Lamas, por abusos sexuales ocurridos en la década del 90, cuando trabajaban en la parroquia para la que Lamas, prestaba servicio en Rosario de Lerma, es referente de la Red que a nivel nacional agrupa y ofrece apoyo y protección a quienes se atreven a poner en la Justicia a quienes aprovecharon la vulnerabilidad de adolescentes y niños a los que debían educar y resguardar.
“Para nosotros es de suma importancia que este juicio se concrete, para que marque un precedente”, dijo García agregando que “todos los que somos víctimas esperamos esto, para que se haga justicia, y determine una condena”.
García remarcó que todas las víctimas están atentas no sólo a los Próvolo, sino a todas las otras víctimas que existen y que aún no denunciaron. Sobre quienes estarán en el juicio, como querellantes dijo “sabemos que ellos han sufrido momentos muy duros, al igual que no-sotros, y estamos peleando todos los días para que al igual que mi causa no prescriban”.
En este sentido cabe recordar que la causa de García por la denuncia en contra de Lamas, se encuentra apelada ante la Corte de Justicia, ya que un tribunal de Impugnaciones a cargo del juez Omar Silisque, dictaminó la imprescriptibilidad de los hechos, resolución que el defensor José Fernández apeló. Sobre este trámite resta la resolución de la Corte.
“Esta instancia en la que nos encontramos, esperamos se supere pronto, para que podamos pasar a la etapa siguiente, y conocer la fecha de este juicio”, destacó García.
El juicio por los aberrantes hechos del Instituto Próvolo sentó en el banquillo de los acusados a los sacerdotes Nicola Corradi, Horacio Corbacho y el exempleado Armando Gómez.
“Este juicio, por hechos que han herido la susceptibilidad y el corazón de muchos, no sólo en la Argentina sino en el mundo, donde las víctimas eran sordomudos, tiene que marcar un antes y un después”, dijo.
Resaltó que ninguno de los mal llamados curas, puede quedar impune, “aquí también la iglesia podrá tener un cambio en positivo y rever toda su problemática interna, que tiene a estos hombres que están enfermos y enferman a la sociedad”.