Además, la Procuración pidió que se concurse su cargo.
Ahora, el fiscal Pablo Rivero, será quien investigue si el juez Figueroa cometió delito al no permitir el ejercicio de la garantía de la doble instancia judicial en una resolución que favoreció al sacerdote Carlos Aguilera, acusado de abuso sexual.
Fuentes oficiales señalaron que la fiscal Buabse se inhibió de actuar por haber sido funcionaria judicial, en el mismo Tribunal en el que se desempeñó antes de jubilarse el magistrado denunciado.
Cabe recordar que el procurador general de la Provincia de Salta, Abel Cornejo, pidió que el juez sea investigado a través de la fiscalía que por turno corresponda, lo que recayó sobre Fiscalía Penal 1, a cargo de Gabriela Buabse.
Además de recordar que Figueroa ejerce un cargo estando ya jubilado.
La presentación del procurador incluye el pedido de interposición "con carácter de urgente" de una medida cautelar innovativa, para que Figueroa cese de inmediato en sus funciones.
La medida cautelar innovativa deberá ser informada inmediatamente a la Corte de Justicia de Salta, para que oficie al Poder Ejecutivo y al Consejo de la Magistratura, y que se llame a concurso para cubrir la vacante, donde el Juez lleva casi tres años como interino.
El sobreseimiento otorgado por Figueroa en favor del cura Aguilera haciendo lugar a la Excepción de Prescripción de la Acción Penal desató la tormenta en la Curia, en ciudad judicial y en la opinión pública.
El sacerdote tenía dos denuncias penales en su contra por abuso sexual gravemente ultrajante, agravado por ser ministro de culto en perjuicio de dos menores; cuando era sacerdote de Campo Santo.
Los hechos ocurrieron hace 15 y 20 años aproximadamente en cada caso.
Seguidamente el fiscal Roberto Villalba Ovejero solicitó al juez Figueroa que revoque el sobreseimiento de Aguilera y se ordene la inmediata detención.
Sin embargo, el juez denegó el recurso de inconstitucionalidad y confirmó el sobreseimiento de Aguilera.
Juicio eclesial
En tanto, el juicio eclasial en contra del cura Aguilera entró en su etapa final, y está cada vez más cerca la sentencia.
La denuncia la efectuó Gerardo Montaldi, ante el Tribunal Eclesiástico a principios de año, iniciando una causa que llegó a juicio.
El trámite eclesial sigue su curso, habiendo incluido además las testimoniales de las dos víctimas, que detallaron que Aguilera frecuentaba la casa familiar ganándose la confianza de todos.
Cabe recordar que al llegar las dos denuncias que acercó Montaldi ya existían en el Arzobispado otras tres víctimas que también denunciaron a Aguilera.