El crimen ocurrido el 25 de mayo de 2019 en una vivienda de Villa Floresta.
El caso llama la atención en la ciudad judicial por dos aspectos que, seguramente, darán mucho que hablar. El primero de ellos, y eje central del caso, tiene que ver con la materia jurídica del hecho y tendrá repercusión al momento de la sentencia.
El mismo gira en torno a las calificaciones legales que estarán en disputa, pues, mientras desde la fiscalía se busca aplicarle a Ricaldi la pena máxima, la defensa, en manos de los abogados Marcelo Arancibia e hijo, apunta a obtener una pena más baja.
El tribunal, integrado por los jueces Gabriela Romero Nayar, Marcelo Rubio y José Luis Riera, deberá sopesar las pruebas y evaluar no sólo lo sucedido entre estos dos jóvenes, sino también las circunstancias que desataron el incidente y, sobretodo, las intenciones de uno y otro.
En ese marco, se espera que la fiscalía y la querella, a cargo del abogado Fernando Teseyra, apunte toda su artillería a presentar al acusado como un asesino despiadado, pues agravó el delito por alevosía. O sea, que actuó sobre seguro, a sabiendas del estado de indefensión de la víctima.
Por su parte, y con la experiencia probada en escenarios adversos, Arancibia e hijo buscarán centrarse en ciertos aspectos del caso. Uno de ellos, por ejemplo, tiene que ver con el momento de la pelea entre ambos jóvenes, la cual se inició cuando la víctima buscó a Ricaldi en su casa para arreglar cuentas, al parecer, por entredichos con una chica.
En ese terreno, será clave la declaración de los amigos, como así también el aporte de los peritos en cuanto a la mecánica de las lesiones que causaron la muerte de Vidal Luzco, como las sufridas por José Barrientos Mita, quien también intervino en la reyerta. Cabe resaltar que Ricaldi, durante la investigación del hecho, habría reconocido el homicidio, pero aclaró que actuó en defensa propia y la de su familia, pues la víctima fue quien lo atacó primero, causándole también lesiones en una de sus piernas.
Impacto
Además de la discusión en torno a las figuras legales que podría aplicarse al caso, el juicio cuenta también con un aspecto inédito y detonante del hecho. Se trata de una conversación que ambos amigos tuvieron en un grupo de WhatsApp. Según fuentes judiciales, Ricaldi, que al igual que Vidal Luzco estaba bajo los efectos del alcohol, mandó al grupo de amigos un comentario desacertado, que hería la intimidad de la víctima, como por el efecto multiplicador y lesivo que tienen los mensajes en las redes sociales.
