Según señaló la denunciante a Nuevo Diario, Fernando Javier Zannier le envió mensajes a su teléfono celular con contenido sexual, aprovechando que mantenían contacto por una situación vinculada a la salud de un familiar.
La mujer había realizado la denuncia respectiva ante la comisaría de Santa Ana, y ante la fiscalía y desde allí se informó el inicio de actuaciones preliminares.
Los hechos se registraron en el mes de diciembre pasado en el marco de conversaciones que mantenían por Whatsapp en relación a la salud de una familiar de la denunciante.
Relata que aprovechando el vínculo establecido con el sacerdote por razones personales y su vulnerabilidad, éste comenzó a enviarle mensajes con contenido sexual, ante los cuales se sintió incomodada y decidió denunciarlo.
González Miralpeix dispuso que se inicien las actuaciones preliminares en relación al hecho y así poder esclarecer lo sucedido.
Nuevo Diario publicó en su edición de ayer que el sacerdote envió numerosos mensajes, fotos y grabaciones a la joven M.S. a quien le pedía, además, le mandara imágenes de ella, o que al menos lo insultara.
La víctima, nunca le respondió, solo cuando hizo referencia a su abuela que estaba enferma, y eso la llevó a que le señalara el hecho que nunca esperó que se dirigiera a ella con las barbaridades que decía, que jamás le había dado pie para que adopte esa postura.
“Me da miedo pensar lo que pueda ocurrir con quienes le podrían haber dado algo de confianza”; adelantándole que sería denunciado. Fue ahí cuando comenzó a pedirle disculpas, que era solo un hombre, y que, si pensaba hacerle mal a él, también afectaría a la Iglesia.
La justicia ahora inició la investigación, habrá que esperar los resultados al igual que los que deberá realizar el arzobispado.
Zannier era párroco de la Medalla Milagrosa ubicada en el barrio Tres Cerritos, y pertenece a la congregación de los lateranenses, donde ocupa un cargo de relevancia.
El Vaticano fue informado sobre esta denuncia que afecta nuevamente a un integrante del clero salteño.
