La jueza ordenó que el condenado sea alojado en la Unidad Carcelaria 1 y recomendó que reciba tratamiento psicológico para tratar sus impulsos.
También dispuso que sea examinado por un médico del Poder Judicial para la obtención de sus señas particulares y que, a través del CIF, se le extraigan muestras de ADN, previa asignación del DUIG correspondiente, para su posterior incorporación al Registro Nacional de Identificación Genética.
El imputado es padre de la víctima. Los hechos salieron a la luz el 8 de noviembre pasado, cuando la madre de la menor (10) leyó el diario íntimo que la niña había dejado olvidado al irse a la escuela. Allí manifestaba que su padre la obligaba a realizarle sexo oral. Los hechos ocurrieron en La Silleta.
Nota: Se omitió el nombre completo de las personas involucradas para preservar la identidad de la menor y su derecho a la intimidad y confidencialidad, en virtud de la Convención de los Derechos del Niño (artículo 75, inciso 22 de la Constitución Nacional, Ley 23849) y las Leyes 26061 de Protección Integral de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes, y 26522 de Servicio de Comunicación Audiovisual.
A la cárcel por violar a su sobrina
El juez Ángel Amadeo Longarte, vocal de la Sala II del Tribunal de Juicio, condenó a P. R. S. (29) a la pena de seis años y seis meses de prisión por ser considerado autor material y penalmente responsable de los delitos de abuso sexual con acceso carnal y abuso sexual simple, todo en concurso real.
El juez ordenó que el imputado continúe detenido y que sea trasladado a la Unidad Carcelaria 1.
El magistrado ordenó la extracción de material genético del condenado por parte del Servicio de Biología Molecular del Departamento Técnico del Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF), previa asignación del Dato único de Identificación Genética (DUIG).
El imputado es tío de la víctima. La denuncia fue presentada por la madre de la menor. Los hechos salieron a la luz cuando la víctima se negó a ir a dormir a la casa de su tía (hermana de su madre y pareja del imputado). Contó llorando que P. R. S. abusaba de ella desde hacía tres meses, cuando se quedaba a cuidar a sus primitos.