El hombre denunciante relató que la acusada se presentó en su domicilio, donde también reside su hermano, quien es expareja de Acosta.
La acusada trepó el portón, subió por la terraza y bajó por una escalera al patio interior. Una vez adentro, la imputada rompió una puerta de vidrio corrediza y se dirigió a la habitación de su expareja, para increparlo.
Tras la discusión se retiró del inmueble y fue demorada por personal policial.
Andrea Mariela Acosta fue juzgada en un procedimiento abreviado a cargo de la jueza Gabriela Romero Nayar, vocal de la Sala V del Tribunal de Juicio.
La acusada deberá cumplir las siguientes reglas de conducta: fijar domicilio y mantenerlo actualizado informando al tribunal cualquier cambio en 48 horas; abstenerse de usar estupefacientes y de abusar de bebidas alcohólicas; someterse a tratamiento psicológico para controlar sus adicciones; someterse al cuidado del Programa de inserción social y supervisión de presos y liberados. Todo ello, con apercibimiento de revocarse la condicionalidad de la pena dictada.
Condenada por intentar entrar con droga a la cárcel
La acusada C. D. E. M. fue condenada a la pena de ocho meses de prisión de ejecución condicional y pago de multa por ser autora del delito de suministro de sustancias estupefacientes a título gratuito en grado de tentativa.
El juicio abreviado estuvo a cargo del Juez de Garantías 4, Diego Rodríguez Pipino.
El 31 de diciembre pasado, concurrió a visitar a un amigo que se encuentra alojado en la Unidad Carcelaria 1, y durante la requisa realizada en el control de ingreso le encontraron droga que llevaba escondida.
Durante dos años, la mujer deberá fijar domicilio y comunicar cualquier cambio.
Además tendrá la obligación de efectuar diagnóstico y eventual tratamiento psicológico ante posibles adicciones, sea en una institución pública o privada.
Por último, se someterá al control de las reglas de conducta por parte del Patronato de Presos y Liberados.
Finalizada la audiencia, la mujer recuperó su libertad.