Junto a otros familiares y amigos del delantero, detenido el 10 de enero pasado a raíz de la denuncia radicada por la madre de una adolescente, los padres se manifiestan todos los miércoles a la tarde en la plaza 9 de Julio, donde expresan las incompatibilidades entre las pericias y la acusación en contra del joven.
Su abogado, Luciano Romano, acompaña la campaña, pues está convencido de que no hay elementos de peso para que el jugador vaya a juicio, y mucho menos, responda por una acusación que consideró inconsistente, al igual que la denuncia que la motivó.
Romano se solidarizó con los familiares de Macoritto y, con conocimiento de causa en torno al caso, afirmó a este medio que las pruebas requeridas por el mismo fiscal Federico Obeid, a cargo del caso, resultaron favorables a Matías.
Indicó que el reporte del médico forense no detectó rastros de lesiones u otras marcas que revelen que la víctima fue abusada, como así tampoco la pericia psicológica reveló indicadores compatibles con un estrés postraumático producto de la supuesta violación.
Macoritto, según la fiscalía, es responsable del delito de abuso sexual con acceso carnal por un hecho ocurrido el 10 de enero pasado, cuando supuestamente el acusado la llevó a un motel alojamiento y abusó de ella.
Por este caso, el fiscal pidió a la Sala IV del Tribunal de Juicio que se lleve adelante el juicio contra Macoritto, quien estuvo detenido por el hecho por más de siete meses hasta que finalmente le fue concedida la prisión domiciliaria.
Tras el pedido de la fiscalía, la defensa planteó la apelación a fin de evitar el juicio y obtener el sobreseimiento del joven, como así también se presentó un recurso en busca de la libertad provisoria del deportista, quien busca, con ello, retomar los entrenamientos profesionales.
Mario Macoritto resaltó que la situación emocional de su hijo no es la mejor, pues el encierro afectó notablemente su vida, ya que desde los 9 años que se dedica a la práctica de fútbol, por lo que se encuentra bajo tratamiento. Paulina, su madre, aseguró que la denuncia es totalmente falsa, a la vez que no descartó un interés económico tras la acusación penal, ya que el relato realizado por la adolescente es totalmente inconsistente. Explicó que, tras el supuesto abuso sexual, dos testigos tuvieron contacto con su hijo y la menor, sin embargo, ninguno de ellos, al declarar, pudo señalar haber advertido señales de un delito sexual.