Se trató del último intento de la defensora oficial, Karina Peralta por revertir la difícil situación que enfrenta su defendido. Con la anuencia del juez, Francisco Mascarello, la letrada volvió a interrogar a dos peritos del Cuerpo de Investigaciones Fiscales.
Los peritos, Héctor Barboza y Gabriel Kosmato, ratificaron los conceptos que ya había vertido audiencias atrás, cuando el tribunal los convocó para referirse a las pericias que hicieron en torno a los estudios balísticos y la mecánica del disparo que mató a Salvatierra, el joven de 17 años.
"La velocidad de un proyectil es de 360 metros por segundo, es decir cuando nosotros decimos ‘uno’ la bala ya recorrió tres cuadras", sostuvo Barboza para darle al tribunal y las partes una idea de lo rápido que fue el episodio en que murió el menor.
Barboza, Coordinador del grupo de Criminalística del CIF, expuso una reconstrucción virtual de lo ocurrido el 3 de enero en barrio Solidaridad, pericia que complicó al policía Cardozo como el autor del disparo que impactó en el ojo derecho del joven aquella noche.
Indicó que Salvatierra estaba a unos 27 metros cuando recibió el tiro y explicó que el perímetro peritado comprendió las calles Martín Fierro, Fortín La Junta y Chacho Peñaloza, escenario donde un cruce de palabras entre jóvenes de la banda “La Ranchada” y los dos policías desembocaron en la muerte de Nahuel.
Describieron todos los elementos que le fueron secuestrados a Cardozo, entre el cinturón de cuero, billetera y el uniforme que llevaba esa noche junto a su compañero Emilio Gastón Aguilera Alanís.
El arma asesina
"Nos llamó la atención la ausencia de la pistola reglamentaria, una 9 milímetros Bersa Thunder con nueve cartuchos, perteneciente por el número de serie a Cardozo. No pasó lo mismo con lo secuestrado al otro imputado, Aguilera, quien sí tenía su pistola y 10 cartuchos", explicó.
Ayer, en la audiencia pedida por la defensa, se volvió a recordar cómo fueron esos minutos. Salvatierra y sus amigos cruzaban insultos con joven de otra barra antagónica, cuando aparecieron los policías en la motocicleta, quienes creyeron que los insultos iban dirigidos a ellos.
En seguida, se pusieron frente a frente con los menores, a quienes amenazaron con dispararle. Desde el grupo, uno retrucó. “Tira si te da la nafta”, fue la frase que se escuchó antes del disparo que salió de la pistola que empuñaba el conductor de la moto, mientras su compañero, que había descendido, trataba de calmar los ánimos.
El disparo impactó en el rostro de Salvatierra. "La autopsia indicó herida compatible con arma de fuego en ojo derecho con salida en región occipital. Trayectoria de adelante hacia atrás, entró por el ojo derecho y salió por el lado izquierdo y levemente de arriba hacia abajo", explicaron los peritos.
Dos días después, Romina del Milagro Cardozo, hermana del acusado, hizo llegar el arma asesina, una pistola Bersa 9 milímetros, serie 686.879, perteneciente a Cardozo. Al examinarla, Barboza explicó “sentí olor a nafta, por lo que me imaginé que la habían limpiado".