Gerónimo fue detenido el 29 de abril en Santa Cruz de la Sierra y entregado el 1 de mayo a Gendarmería Nacional. Luego fue trasladado a las instalaciones de Gendarmería en Salta. Estuvo tres años prófugo con pedido de captura internacional.
Él junto a su hermano, Jesús Sebastián Gerónimo; su par y presidente del Concejo Deliberante de Salvador Mazza, Gabriel Alejandro Maurín; Rubén Alfredo Maurín, hermano del concejal; José Martín Melgarejo, Sergio Rafael Velarde, Rubén Darío Velarde y Francisco Javier Escudero integraban una banda que fue desbaratada en Taco Pozo, Chaco, donde se secuestraron 250 paquetes con 246 kilos de cocaína ocultos en la plataforma de la caja de un camión.
La causa fue llamada “Febrero Blanco”. En septiembre del año pasado, los hermanos Maurín y Velarde fueron condenados a 14 años de prisión por ser "coautores del delito de transporte de estupefacientes agravado por el número de personas intervinientes".
En tanto, José Antonio Melgarejo (quien conducía el camión con la droga), Rubén Darío Velarde y Francisco Javier Escudero recibieron 12 años de prisión, mientras que Jesús Gerónimo 9 años.
La causa se originó a partir de una denuncia anónima recibida en la fiscalía, cuando una persona que no quiso identificarse contó que en un taller mecánico de Salta se había acondicionado un camión para transportar de forma oculta estupefacientes desde la zona de Anta hacia Buenos Aires.
Un informe de la Unidad Especial de Procedimientos Judiciales de la Gendarmería Nacional investigaba el ingreso de droga al país en aeronaves que venían desde Bolivia desde que se arrojaban en los alrededores de Las Lajitas y Joaquín V. González.
Una vez allí, la droga era almacenada en distintas fincas de la zona para luego ser transportada y distribuida. De la investigación se pudo saber que Wilson Maldonado Balderrama de nacionalidad boliviana, remitía al país bultos cargados de cocaína en avionetas, que eran arrojados en vuelo en la zona de Anta.
A los salteños les correspondía organizar la recepción de la sustancia y luego su traslado en el territorio nacional, para lo cual debían conseguir vehículos con la capacidad suficiente para poder llevar oculta una gran cantidad de droga.
Gabriel Maurín era el nexo entre los distintos operadores de la maniobra, y quien tenía un grado importante de decisión y control junto a su hermano Rubén Maurín, encargado de buscar el medio de transporte y de cumplir la tarea de “puntero” en su traslado, al igual que Mauricio Gerónimo, a fin de notificar anomalías en los controles de la ruta.
Jesús Gerónimo ofició de chofer, facilitador de vehículos y transportista del dinero cobrado por el narcotráfico, mientras que Melgarejo fue quien manejaba el camión al momento de su detención.
Sergio Velarde era, junto a su hermano Rubén y Francisco Escudero, los responsables de receptar la droga y de arrendar los campos donde fuera posible el “bombardeo” de los paquetes y en la contratación de baqueanos que pudieran marcar con coordenadas los lugares aptos.
