El ex magistrado relató que tuvo que excusarse del caso, debido a una enemistad manifiesta con el mayor del Ejército, Juan Carlos Grande.
Tal como Nuevo Diario lo adelantó, ayer, en la primera audiencia del juicio que se le sigue al ex juez federal, Ricardo Lona, por los delitos de prevaricato, encubrimiento y omisión de persecución penal, el ex magistrado acusado accedió a prestar declaración.
Luego de un inicio con bochorno por las fallas técnicas que impidieron al público y a los periodistas seguir las primeras instancias del debate, lo cual generó reclamos y manifestaciones de indignación de parte de referentes de organizaciones de Derechos Humanos y familiares de desaparecidos.
En el tiempo perdido debido a estas fallas, el tribunal, presidido por el juez Gabriel Casas, junto a los vocales Juan Carlos Reynaga y Gabriela Catalano, escuchó el requerimiento de elevación a juicio, tras lo cual los abogados, Federico Rodríguez Spuch y Nicolás Ortiz, defensor de Lona, realizaron distintos planteos legales.
En uno de ellos, recusaron al vocal Reynaga por su supuesta actuación parcializada, lo que dedujeron de la participación que el magistrado tuvo en otros juicios similares. Este planteo como el resto de los realizados, los que en definitiva ya habían sido hechos en etapas previas, fueron rechazados de plano por el tribunal.
Dicho esto, y ante la atenta mirada del fiscal, Carlos Amad, quien estuvo acompañado por la Fiscal de la Procuraduría de Crímenes contra la Humanidad, de la Procuración General de la Nación, María de los Angeles Ramos, el presidente del tribunal interrogó a Lona para saber si iba a declarar. En respuesta, el ex juez asintió, pero puso como condición no atender preguntas de las partes.
Lona declara en el juicio
En vista de respetar su derecho de defensa en juicio, el tribunal y las partes no pusieron objeciones y entonces Lona pasó a ocupar el banco de los acusados.
Con la lentitud propia de la edad, tanto en su andar como en su hablar, el ex juez, ahora de 83 años, se tomó alrededor de 50 minutos para ejercer su defensa.
Con la ayuda de un glosario, un término ahora anticuado, Lona comenzó a relatar su actuación desde el 11 de marzo de 1976, cuando secuestraron al ex gobernador, Miguel Ragone, hasta su excusación en la causa, el 17 de noviembre de 1986.
Tras asegurar que estuvo presente en los momentos claves del caso, como ser en la escena del crimen, la casa de Ragone y el hospital, Lona defendió su actuación en la causa, incluso reivindicó su labor, la que enalteció al punto de sostener que gracias a la misma se llegó a los asesinos del ex gobernador.
Al respecto, Lona recordó el incidente ocurrido en Metán, cuando el mayor Grande, en ese entonces subjefe de la Policía de la Provincia, interrumpió una audiencia de careo entre el policía Fortunato Saravia y su pareja, en agosto de 1977.
En esa audiencia estaba presente Domingo Nolasco Rodríguez, quien estaba tras los asesinos de su hermano Oscar, ocurrido el 10 de mayo de ese año.
Lona detalló esa episodio, clave en el caso, pues en el mismo Grande se fue de boca y reveló que Saravia, como Andrés Soraire y otros jefes policiales habían participado en el secuestro de Ragone. Lona aseguró que tomó conocimiento de esto y ordenó que se soliciten al juzgado de Metán las actuaciones del caso, y citó a declarar a Rodríguez y su abogado, Jorge Zenteno Cornejo.
Sumario cerrado
Con esto, el ex juez aseguró que “no es verdad que haya cerrado el sumario sin una instrucción ulterior, pues de mi actividad resultó la obtención de principales elementos para determinar la participación militar policial en el crimen”.
Y agregó que “del expediente surge que en cuanto me fue posible, por contar con alguna información al respecto, active la instrucción mediante diligencias de la que resultaron hechos relacionados con la participación de militares y policías en el delito”.
Malestar de Hijos de Salta
El juicio tuvo un inicio accidentado. En principio fue a puertas cerradas y estaba todo vallado. La organización Hijos de Salta manifestó su malestar en los medios y a travé de las redes sociales.
Reclamaron que el Tribunal Oral Federal N°2 dispuso para los familiares, los organismos de derechos humanos y público una sala apartada de donde se encuentra el Tribunal y el acusado y el ex juez.
"Al principio estuvimos sin la posibilidad de oír ni ver la audiencia. Un juicio histórico con más maniobras de protección a los genocidas y maltrato a las víctimas y familiares de desaparecidos", aseveraron.
"Después de 14 años de maniobras judiciales para asegurar la impunidad del ex juez federal Ricardo Lona hoy recibimos una total falta de respeto del tribunal de no arbitrar los medios para que los familiares, los organismos de DD HH, la prensa y la ciudadanía en general pueda acceder a la audiencia. Exigimos que se garantice un juicio oral y público", dijeron también en un comunicado a la prensa.
Luego opinaron sobre lo que declaró Lona. "El ex juez federal Ricardo Lona nuevamente mintió y encubrió, pretende hacer creer que actuó con celeridad y compromiso con la causa. No aporto nada nuevo desde la indagatoria de 2014. Negó toda participación en el encubrimiento y desaparición de Miguel Ragone".
Referentes de organizaciones de DD.HH.; hijos y familiares tuvieron que seguir asi las instancias del juicio. "Pocas garantías dieron para escuchar un juicio oral y público", reclamaron sobre lo dispuesto por el TOF.