Mientras pesa sobre él, la denuncia efectuada por M.S. ante el arzobispado y ante la Fiscalía de Delitos Sexuales.
Por otra parte el trascendido es que desde el arzobispado se habría trasladado o destinado a otra jurisdicción previo alejamiento de la parroquia donde ejercía su servicio, hasta que efectuó envió mensajes de texto soeces y exhibiciones obscenas ante el celular de la denunciante.
La noche del 23 de diciembre en mensajes de difusión que se envían a todos los contactos M.S. también incluido a Zannier en esa lista, deseando Feliz Navidad.
A pocas horas del 24 de diociembre, el sacerdote le respondió primero con un agradecimiento, preguntándole por la salud de su abuela y cómo evolucionaba y a los minutos con una seguidilla de textos, invitaciones, provocaciones y fotos que sorprendieron a la denunciante, a quien el sacerdote había casado meses atrás y que lo volvió a contactar porque su abuela estaba gravemente enferma, y que trabajaba para la parroquia, quería recibir la unción de los enfermos.
A las 48 horas de ocurrido ese hecho, M.S. denunció el hecho ante la comisaría de Santa Ana, y a los pocos días haría lo propio ante el Arzobispado, y luego ante la Fiscalía.
En el arzobispado le dijeron que se iniciaba una causa en contra de Zannier, sin embargo, a casi un mes, nadie se comunicó con ella para solicitarle una declaración o algún trámite en particular.
Mientras que en la fiscalía donde fue citada tras conocerse la información, se le pidió el celular para retiro de material entre texto y fotos, y verificar sus dichos.
Esta semana además se reunirá nuevamemnte con el fiscal penal Rodrigo González Miralpeix, interino en la Fiscalía Penal Nº 1 de la Unidad de Delitos contra la Integridad Sexual que tomó intervención por la denuncia de la mujer contra un sacerdote, por enviarle mensajes con contenido e imágenes sexuales.
Así se señala que los hechos habrían ocurrido en el mes de diciembre pasado en el marco de conversaciones que mantenían por Whatsapp en relación a la salud de una familiar de la denunciante.
Relata que aprovechando el vínculo establecido con el sacerdote por razones personales y su vulnerabilidad, éste comenzó a enviarle mensajes con contenido sexual, ante los cuales se sintió incomodada y decidió denunciarlo.
González Miralpeix inició la actuaciones preliminares en relación al hecho para esclarecer lo sucedido.
Mientras todo esto está en marcha además de la denuncia ante el arzobispado, el denunciado estaría ejerciendo en La Falda, Córdoba.