“Todavía no puedo entrar en contacto con la totalidad del expediente, ya que se planteó el secreto de sumario, lo que hace que recién el 3 de julio pueda acceder a lo actuado y evaluado en la causa, en la que Sergio Vargas, ya declaró hace dos años y para la que ya le tomaron muestras para cotejar su ADN”, sostuvo Romano en una entrevista con Nuevo Diario.
Al respecto cabe acotar que en esos dichos el abogado entiende, que si se hubiera encontrado, al menos una sospecha, se lo hubiera detenido con anterioridad y no recién ahora.
“Si bien Vargas no recuerda las fechas concretas, si me dijo que al poco tiempo de ese hecho lo citaron a declarar, y que luego a las semanas siguientes le retiraron muestras de cabello, para obtener su ADN, que seguramente, entiendo sirvieron para cotejar con las muestras levantadas, en la escena del crimen”, dijo Romano.
En el acto de imputación llevado adelante, tras 48 horas de estar incomunicado, Vargas se abstuvo de declarar”.
Todos los argumentos que la fiscalía aduce para pedir la detención, son absurdos, porque en la propia acta de imputación se ocupan de destacar las declaraciones de seis o siete testigos, que en todo momento refieren, que días previos vieron a una persona delgada que rondaba la zona, a la que describían con otro perfil, todo esto me hace sospechar que están queriendo agarrar a un perejil”, señaló el abogado.
Esto de la mano que Vargas es una persona algo robusta, quizás con varios kilos encima, y de forma sencilla de vestir. Lo que difiere de los identikits que se habían distribuido y de las fotos donde quien sostenía el supuesto perro perdido vestía y calzaba con otro perfil.
El letrado contó que su defendido, nunca estuvo en la casa de Jimena Salas, a quien no conocía y tampoco a su marido. “El se dedicaba a hacer changas y vender mercadería de temporada, en la zona, pero me contó que siempre iba a casas más sencillas, porque es donde le podían comprar lo que él ofrecía”
Vargas en ese afán de trabajos temporarios estuvo en Vaqueros en la zona de la Municipalidad y también en los alrededores de la Policía, y por la venta ambulante sí puede haber ido cerca de ese barrio, pero no conoce ni fue a la casa, que le señalaron, “la fiscalía no tiene forma de vincularlo con Jimena Salas”, dijo Romano.
Finalmente Romano se enfocó en lo que es la carátula de asesinato a cambio de una suma de dinero o remuneración (Sicario), “para asegurar esto se debe saber al menos que existe el autor intelectual, y aquí cómo se puede asegurar tal situación, teniendo en cuenta que más de 40 puñaladas hablan de saña, que existe en crímenes donde la emoción habla, además que quien estuvo o estuvieron allí, buscaron preservar, las criaturas, encerrándolas en otra habitación, lejos del lugar del asesinato”.
Adelantó que hasta que pueda acceder al sumario, irá solicitando la libertad, “me ofreceré como garante legal para que se le conceda la libertad, porque es mucha la presión social y mediática, y es de temer que puedan endilgar tamaña carátula a la persona más vulnerable del listado que tenían desde el inicio de la investigación”.
Querían que firme un acuerdo de culpabilidad
La grave acusación la realizó la hermana de Sergio Vargas, Verónica, quien contó que al momento de ser detenido, llegaron con su madre hasta la Defensoría Oficial, donde pidieron que sea liberado, porque no entendían de qué lo acusaban.
“Fue en ese momento que una secretaria de la defensoría les dijo, esperen un momento porque aquí hay un acuerdo para que él diga que entró a robar al lugar pero que no la asesinó. “Pretendieron hacerle firmar un acuerdo de culpabilidad, fue cuando salimos y les dijimos que íbamos a buscar un abogado”.
Verónica Vargas, en diálogo con Nuevo Diario contó que estuvieron a su lado cuando lo llevaron a declarar hace algo más de dos años, en la Brigada de Investigaciones, donde estuvo por muchas horas y también se enteraron cuando fue a que le tomen una muestra, “pero el siempre fue y volvió tranquilo, porque dijo que nunca estuvo en esa casa, ni hizo ningún trabajo para esa familia, él nos dijo que declaró lo que sabía nada más”.
Sergio Vargas, actualmente vive en zona sur, mientras que Verónica está ubicada en el asentamiento 15 de Septiembre antes del puente de Vaqueros.
“Todo nos hace sospechar que quieren que aparezca como mala persona, mi hermano no tiene antecedentes policiales, inclusive sabemos que fueron a verla a una ex pareja de Sergio y le preguntaron si era violento, y también cuando lo detuvieron, le preguntaron a mi cuñada, si ella estaba bien si no estaba golpeada o descompuesta, mi hermano no es golpeador”, remarcó Verónica.
Hoy grupos de amigos y familiares de Sergio Vargas van a estar en ciudad judicial, desde las 9, con carteles, “queremos justicia y la pronta liberación de mi hermano”.
