Entre los argumentos para este convencimiento, Barrios sostuvo que Juan Pablo Moscoso, su atacante, “tenía el teléfono directo del Juzgado” Federal de Orán, y señaló también en tal sentido publicaciones en distintos medios que daban detalles de ese hecho lo sindicaban como un sicario.
“¿Quién podía tener el poder en ese sentido (para lograr esas publicaciones)?”, preguntó el ex juez: “Usted, señor Reynoso (...) Porque tenía la impunidad”, fue la respuesta.
Moscoso es salteño pero reside del lado boliviano, en la finca La Bolsa, que lindaría con La Porcelana, del lado argentino.
En 2013, poco después del suceso en el que Barrios resultó herido de bala en el abdomen, Moscoso denunció en medios bolivianos que desde 2008 libra una batalla para defender su tierra “frente a las amenazas de muerte proferidas por sicarios y narcos que lo intimidan ‘con fúsil en mano”, según publicó el diario El País, de Bolivia.
Este medio difundió que Santos Sixto Villa, de la comunidad de Tape Iguapegui (de Argentina), informó que en 2008, junto al cacique Gracielo Retamozo, hicieron denuncias ante autoridades argentinas sobre “el canje de vehículos por droga”, sin obtener respuestas.
En la denuncia también se daba cuenta de la situación de orfandad que sienten los habitantes de las márgenes del río Grande de Tarija, desde el paraje El Chuscal hasta la junta del río Tarija, Itaú, y el paraje Madrejones.
Barrios, que recordó ayer ser primo de la productora rural Liliana Ledesma, asesinada en 2006 en Salvador Mazza, luego de que denunciara la liberación de caminos para el narcotráfico en la zona de Madrejones y otros parajes, sostuvo que en el Juzgado Federal de Orán eran beneficiados con “libertades extraordinarias” un tal Cantos, al que identificó como un narcotraficante boliviano, y Castedo.
Aunque no dio el nombre de este último, se interpreta que se refería a Delfín Castedo, sindicado capo narco que obtuvo la eximición de prisión de Reynoso y hoy está detenido, acusado en causas por narcotráfico y como autor intelectual del homicidio de Ledesma.
Tras una audiencia llena de interrupciones entre los abogados de la defensa por un lado y el fiscal federal Carlos Amad y la querella por el otro, Barrios se careó ayer con Reynoso. Casi a los gritos, ambos se mantuvieron en sus dichos. El testigo afirmaba que el juez le había recomendado ver a Arsenio Gaona y Reynoso lo negaba.