DIO PRECISIONES ESCABROSAS

Crudo relato de una testigo sobre el asesinato de Daniela Guantay

Tras dos jornadas en las que dos acusados declararon y aseguraron ser inocentes, seguido de otros testimonios que hicieron dudar la hipótesis de la fiscalía, ayer una mujer, del grupo de 15 testigos de identidad reservada que tiene el caso, prestó declaración y complicó la situación de los seis acusados.

Los seis acusados por el crimen de Guantay, fuertemente custodiados.
Los seis acusados por el crimen de Guantay, fuertemente custodiados.

La testigo dio precisiones escabrosas de la muerte que tuvo Daniela Guantay entre la noche del 2 de marzo de 2017 y la madrugada del día siguiente, en la casa de uno de los imputados, en el barrio Juan Manuel de Rosas, en la zona norte.

La declaración de la testigo fue brindada en el juicio se le sigue a Julio César Monasterio, Norberto Silvestre, Carlos Alfredo Agüero, Juan Reynaldo Álvarez, Marisel Griselda Urzagaste y “Gaturra”, una joven que era menor  al momento del crimen.

Los acusados responden por el delito de homicidio triplemente agravado por mediar violencia de género por ser perpetrado con ensañamiento y por concurso premeditado de dos o más personas, abuso sexual con acceso carnal agravado por el número y calificado por la muerte de la víctima, tortura agravada por la muerte de la víctima, todo en concurso ideal agravado por la participación de un menor de edad.

Estremecedor

El crudo relato de la testigo generó indignación entre los familiares de la víctima y el resto del público, los que escucharon la sangrienta descripción brindada por la testigo ante los jueces de la Sala VII del Tribunal de Juicios,  presidido por la jueza, Paola Marocco junto a los vocales María Livia Carabajal y Francisco Mascarello. La joven recordó una conversación de los implicados respecto a cómo fue asesinada Daniela.

Indicó que la joven fue violada, como así la sometieron a torturas con quemaduras y con una bolsa de plástico, con la cual la sometieron a la práctica de submarino seco, tras lo cual la golpearon en el rostro y en la cabeza, para finalmente cortarles las manos como un castigo por haber robado supuestamente un kilo de droga de uno de los acusados, acusación que se sospecha fue falsa y se utilizó para incriminarla y ofrecerla como “chivo expiatorio”.

En su relato, la testigo confirmó que los seis acusados participaron en el asesinato de Daniela.

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