A las puertas de otro femicidio, el primero ocurrió el 5 de enero en Joaquín V. González y tuvo como víctima a Analía Astorga, los salteños siguieron las alternativas de este nuevo hecho casi minuto a minuto, pues en el lugar del hallazgo los medios transmitieron cada detalle del caso.
La noticia del hallazgo del cuerpo de una joven mujer, según informaron fuentes judiciales, saltó a luz pasado el mediodía, cuando varios móviles aparecieron en un espacio copado de yuyarales, a escasas cuadras del barrio Grand Bourg.
Con la llegada de los peritos del Cuerpo de Investigaciones Fiscales, con sus llamativos atuendos, numerosos vecinos se agolparon en una cinta que amenazaba con ceder ante la curiosidad de la gente, la que en seguida comenzó a preguntarse quién era la mujer asesinada.
Y no estuvieron errados, pues a las horas, y ante la presión de los mismos vecinos, la fiscal penal, María Luján Sodero, quien es una de las candidatas a regir el CIF, cedió y confirmó que la escena del hecho era compatible con un hecho de violencia. "Hay, aparentemente, signos de violencia porque hay bloques de cemento con sangre en el lugar", dijo la fiscal. Y no era para menos, pues la cabeza y parte del tórax de la mujer se hallaba debajo de un bloque de cemento, mientras alrededor había otros restos de escombros también con manchas de sangre.
Familiares
Pasada la siesta, sin que los vecinos se movieran un ápice, la escena se puso más tensa cuando aparecieron presuntos familiares de la víctima.
Un vecino, de apellido Avila, se paró frente a la cinta que dividía la zona entre los curiosos y los peritos, y reclamó el aval para pasar y verificar si la muerta era su hija, una mujer de unos 33 años, madre de tres hijos. La madre, llegó por detrás y directamente se encaminó a la zona donde estaba el cuerpo, pero su marcha fue detenida por los policías, quienes debieron reforzar el lugar.
Finalmente, y una vez cumplida la tarea de levantamiento de rastros y otros indicios, el cuerpo fue trasladado a la morgue judicial, donde pasada las 18 comenzó la autopsia del cuerpo.
En tanto, en el barrio, otras dos mujeres, vecinas de la zona, se sumaron a la sospecha de Avila, aunque desde la fiscalía no dijeron nada respecto a la identidad.
Lo que sí confirmaron fue que en la escena no se hallaron elementos personales de la víctima.
"Hay, aparentemente signos de violencia porque hay bloques de cemento con sangre en el lugar", dijo la fiscal.
Así, con la sombra de Jimena Salas aún a cuesta, la fiscalía optó por manejarse con premura respecto a confirmar la identidad del cuerpo.
Los vecinos, sin embargo, dijeron que la mujer sería de ese barrio y que la última vez que la vieron con vida fue el jueves a la noche. El hecho vuelve a ser todo un desafío para los fiscales, quienes ahora trabajan en busca de más pistas.