Mamaní, de 36 años, había llegado a juicio acusado del homicidio de Zulma Teresa Fernández y las lesiones de un hijo de la misma, Álex Cardozo.
En su sentencia, los jueces ordenaron que el condenado continúe en prisión preventiva, revocaron la modalidad de prisión domiciliaria y ordenaron su traslado a la Unidad Carcelaria 1. Recomendaron, además, que se le brinde al imputado tratamiento por su adicción al alcohol.
Finalmente, se dispuso la extracción de material genético del condenado por parte del Servicio de Biología Molecular del Departamento Técnico del Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF), previa asignación del Dato único de Identificación Genética (DUIG), para su incorporación en el Banco de Datos Genéticos.
El tribunal colegiado estuvo integrado por los jueces Marcelo Rubio, Mónica Faber y Gabriela Romero Nayar. Por el Ministerio Público intervino la fiscal Ana Inés Salinas Odorisio. La defensa del imputado estuvo a cargo de Walter Atilio Díaz.
El caso
Según lo ventilado en el debate, el hecho por el cual resultó condenado Mamaní ocurrió el 9 de marzo de 2019, alrededor de las 19.50, en barrio El Cruce de la ciudad de General Güemes.
Esa tarde, Zulma Fernández volvía de la feria con su hijo Álex, caminando por calle Domingo Pauna, cuando ambos fueron embestidos por un vehículo color azul oscuro. Sobre ese episodio, testigos refirieron que el conductor se dio a la fuga dejando a ambas víctimas abandonadas.
A su vez, se estableció que el imputado conducía en estado de ebriedad, en forma de zigzag. La mujer, tras el violento impacto, fue trasladada a un hospital de la ciudad de Salta, donde se produjo su fallecimiento. El niño sufrió golpes en ambas piernas.
Cabe señalar que, tras ser imputado, Mamaní prestó declaración y trató de eludir su responsabilidad en el hecho.
Sostuvo que ese día viajó en el automóvil como acompañante ya que estaba ebrio, que la conducción estuvo a cargo de otra persona.
De los testimonios y medidas probatorias, sin embargo, se pudo constatar que Mamaní guiaba el vehículo y llevaba a su hijo menor de edad como acompañante. Incluso testigos resaltan la conducción temeraria que realizó por diversos puntos de esa ciudad.
La defensa de Mamaní intentó cambiar la calificación penal a homicidio culposo, pero sus esfuerzos no tuvieron asidero por parte del tribunal, el que siguió la postura de la fiscalía, la que insistió en que el hecho se trató de un homicidio simple.