Tenía una condena condicional previa, por lo que se le unificó en la pena única de cuatro años de prisión efectiva.
La fiscal penal de la Unidad de Delitos Económicos Complejos, Mónica Poma, representó al Ministerio Público ante la Sala V del Tribunal de Juicio en la audiencia de debate contra la mujer acusada de los delitos de hurto (dos hechos), estafas reiteradas (cuatro hechos) y estafa mediante el uso de tarjeta de crédito (22 hechos).
La acusada en su raid delictivo, tuvo como víctimas a familiares, conocidos, propietarios de hostales y hasta dos salones de belleza a los que concurría como clienta.
Robo de tarjeta
Entre los hechos más destacados, se supo que la mujer concurrió a un salón de belleza a la calle Caseros al 900 para ser atendida y de allí sustrajo de la cartera de la esteticista un monedero con dinero y una tarjeta de crédito, con la que realizó numerosas compras en negocios de uno de los centros comerciales de la ciudad por elevadas sumas de dinero.
Otro suceso denunciado fue cuando se hospedó en un hostal de la zona de la Terminal, aduciendo tener un familiar internado, no abonó la estadía y además sustrajo dinero y tarjetas de crédito a una de las empleadas del lugar, con lo que realizó numerosas compras.
El Tribunal de la Sala V de Juicio, tras recibir la confesión de la acusada y la aceptación de los hechos que se le imputan, la condenó a la pena de dos años de prisión de cumplimiento efectivo y le revocó la condicionalidad de una pena anterior dictada por la Sala VI del Tribunal de Juicio, unificando ambas condenas en la pena única de 4 años de prisión de cumplimiento efectivo.