Las audiencias del juicio continuarán hoy en la sala mayor de la Ciudad Judicial, a partir de las 9 horas.
Ayer luego que se leyó la requisitoria y se sentaron frente al estrado de los jueces tres testigos. Uno de ellos la madre de Paola, Mónica Morales, Franco Arroyo, padre de la nena de la víctima y una amiga, Karina Jauregui.
Los fiscales penales de la Unidad de Graves Atentados contra las Personas, Ramiro Ramos Ossorio y Pablo Paz, representan al Ministerio Público, y son los que elevaron la requisitoria a juicio además de llevar adelante la acusación.
Al leerse esta requisitoria se fundamentó tanto la acusación contra Santiago Alfredo Zambrani, acusado del delito de homicidio doblemente calificado por la relación de pareja y por mediar violencia de género en calidad de autor material, y contra sus padres Amelia Inés Huergo y Alfredo Francisco Zambrani, acusados de ser partícipes secundarios del delito, como el agravante para que sea femicidio.
En la acusación tuvo en cuenta las conductas previas que el principal imputado manifestó al ejercer violencia, física, psicológica y hasta económica, teniendo en cuenta que además de hacer la limpieza en la casa de Zambrani, él pretendía mantener una relación íntima, a lo que la víctima se negaba.
Por estas calificaciones a Zambrani le podría caber, en caso de ser condenado, prisión perpetua, mientras que a sus padres las padres para esos delitos van entre los 10 y los 15 años. Al menos así lo había adelantado el fiscal Ramos Ossorio.
Desaparecida cuatro meses
Paola Mariana Álvarez estuvo desaparecida desde el 5 de mayo de 2017 hasta el 17 de agosto del mismo año cuando, su cuerpo fue encontrado sobre ruta nacional 9, a la altura del kilómetro 1640, camino de la cornisa hacia La Caldera.
En el estrado Mónica Morales, su madre, quien en un tono, suave y con un profundo dolor, rompiendo en llanto en varias oportunidades, fue respondiendo las consultas de la fiscalía, la querella, y las defensas del principal imputado y del padres del mismo.
En varias oportunidades remarcó que su hija fue amenazada semanas antes que se produjera el asesinato “mi hija me mostró esos mensajes, y que no reconocía el número, y quedamos que iríamos a hacer la denuncia, pero todo esto paso”.
En algunos de los mensajes le decían, “se donde vivís, se donde estas”
“Mi hija le tenía miedo a Santiago Zambrani, y es tan así esto, que ella llegó a cambiar el número de celular”, dijo Morales, al tiempo que le preguntaban si el aparato celular había sido cambiado, respondiendo que sí que tenía entendido el propia Zambrani le había tirado por la ventana de la camioneta el celular antiguo. “Esto me lo confirmó mi otra hija que salía a veces con Paola”.
Relató la ultimas horas en las que vio a su hija y que la última comunicación entre ambas fue el día 5 de mayo a las 21, luego recordó que ante su ausencia, le mandaba mensajes, y la llamaba pero ya no respondía, “su último contacto marcaba a la 00.05 del día 6 de mayo”. Más adelante recordó que llegó a consultar a distintas pitonisas algunas de las cuales le decían estaba muerta.
En las preguntas de la defensa de Zambrani, que co-ejerce Gabriela Arellano, hacia Mónica Morales, le insistió en que si sabía que su hija trabajaba con su defendido. “No, yo no sabía que trabajaba con él, pero mi hija si trabajaba”, dijo.
Las preguntas que realizó la defensa de Zambrani, dejó plasmada la estrategia que llevará adelante donde analizarán al detalle los dichos de los testigos en la postura de conocer las pruebas con las que llevó adelante acusación.
Previo al debate Arellano dijo que “asumimos la defensa en la instancia del debate, y con lo que pudimos acceder entendemos no está probado que sea Zambrani responsable, por tanto creo no se reunieron los elementos probatorios, además de las deficiencias que se advierten en la investigación”.
Más adelante aseguró que existieron falencias en la investigación que llevó adelante la División Homicidios de la Policía, todo esto en la medida que solo siguió una sola línea investigativa, dejándose de lado otras.
También la defensa de los padres de Zambrani, que ejerce Rene Gómez, entiende que no se comprobó que hayan tenido participación. “Según las distintas etapas del proceso se van validando los hechos, para elevar a juicio puede bastar con las probabilidades, sin embargo, en el juicio ya debe haber certezas”, dijo.
Durante la audiencia estuvo presente el abogado Pablo Genovese, quien es parte de la Secretaría de Justicia, señalando que así como se brindó asistencia de forma previa al juicio a Morales, también lo harán ahora” es una mujer muy fuerte y valiente, desde la secretaría se le brindaba protección y asistencia, por tanto la acompañaremos también durante el jucio, hasta que se sepa que ocurrió. Somos parte del ejecutivo, y con los equipos asistimos y damos asistencia psicológico y emocional de la madre. Es admirable una guerrera”, dijo.
Muestras de apoyo en la Ciudad Judicial
Familiares, amigos y distintas organizaciones se apostaron desde temprana hora en las afueras de la Ciudad Judicial con pancartas de pedido de justicia y de penas máximas para los acusados.
Los carteles señalaban la necesidad de que cese la violencia en contra de las mujeres, “que ya no nos maten”, rezaban otros, al tiempo que también se veían las pancartas por #ni una menos.
Por su parte el Observatorio de Violencia Contra la Mujer también se hizo presente a través de su referente Laura Postiglione adelantó que se presentarán bajo la figura del amicus curae.
Esta posibilidad la tienen los organismos técnicos, por tanto pueden ilustrar al tribunal como es esta circunstancias de violencia. Mónica visitó con su abogada, al organismo y efectuó el pedido de la madre para el acompañamiento “no solo venimos ha acompañar sino también desde el punto de vista institucional, nos haremos presentes de allí que nos presentaremos como amicus curae”.
