Los operativos incluyeron la sede del gremio en Constitución, hasta donde llegaron los propios dirigentes, líderes de otros sindicatos y decenas de afiliados para cuestionar la medida.
"Por más que nos hagan operaciones mediáticas y judiciales, por más allanamientos en represalia a las medidas de fuerza de un sindicato que lucha, acá no baja los brazos nadie", enfatizó Pablo Moyano en declaraciones a la prensa.
La medida judicial se desarrolló en el marco del expediente judicial que investiga una asociación ilícita a raíz de la declaración del barrabrava Pablo "Bebote" Álvarez, que colabora con la justicia bajo la figura de "arrepentido".
Los allanamientos fueron solicitados por el fiscal en lo penal de Lomas de Zamora Sebastián Scalera en el marco de la causa por asociación ilícita y lavado de dinero a raíz de negocios que habrían realizado los Moyano en el Club Independiente, del cual Hugo es el presidente.
Las maniobras investigadas van desde la supuesta utilización de la barra brava de Independiente como fuerza de choque para apretar a jugadores, cuerpo técnico y también empresarios a cambio de la entrega de sumas de dinero; pero también la venta de entradas; el dinero producto de la venta de futbolistas y hasta algunos contratos entre la sede deportiva y el gremio de camioneros.
"Dicen que hicimos un vallado para no dejar entrar a Gendarmería y estábamos organizando el ingreso de los trabajadores para que se acercan a hacer trámites al gremio. Patricia Bullrich armó este circo por el paro que hicimos el martes pasado, cuando faltan diez días para empezar la paritaria", destacó Pablo Moyano llevando el allanamiento al plano político.
"Bebote Alvarez es un personaje utilizado por Bullrich y el payaso del fiscal Scalera. Dicen que nos quedamos con plata de los choripanes que se venden en los alrededores de la cancha y la recaudación de los trapitos . Es una vergüenza. Estos gendarmes deberían estar cuidando la frontera", agregó el dirigente sindical.