Hacia fines de noviembre de este año, y en un nuevo intento, el diputado nacional Eduardo “Bali” Bucca junto a Alexia Rattazzi (PANAACEA), Horacio Joffre Galibert (APADEA), Celeste Marisi (TGD padres TEA), y el entonces diputado nacional Marco Lavagna, y varias asociaciones civiles relanzaron el proyecto de ley que regula la pirotecnia sonora, y pide que “se respete el derecho a la salud de las personas dentro de la condición del espectro autista, niños, adultos mayores, y daña a los animales y el medio ambiente”.
La iniciativa que fue presentada por segunda vez, por el legislador, además, pide derogar la actual ley Nº 24.304 que regula el comercio de pirotecnia y prohíbe su venta a menores de edad; y está alentada por la proliferación de regulaciones locales respecto de la limitación en el uso de artefactos pirotécnicos.
Efectos nocivos
Se estima que en Argentina hay 700 mil personas dentro de la Condición del Espectro Autista (CEA). La estadística mundial dice que 1 de cada 58 niños es diagnosticado con CEA, y ante ruidos como los de la pirotecnia las personas con hipersensibilidad auditiva se tapan muy fuerte los oídos, tienen crisis de llanto e incluso llegan a autolesionarse.
Toman una posición agresiva para comunicarse. Familias enteras tienen que desplazarse a lugares alejados de todo para evitar esta situación. Y lo que debería ser un sinónimo de celebración se convierte muchas veces en un calvario.
Riesgo para las mascotas
Desde las Asociaciones protectoras de animales, Colegios de Veterinarios, entre otros organismos, recordaron también la sensibilidad de los animales a los estímulos sonoros intensos, imperceptibles muchas veces para el ser humano, y que expone a las mascotas a sufrir estrés por exceso de ruido y explosiones.
Los resultados reales son tremendos. Hay que tener en cuenta que los perros son capaces de oír hasta los 60.000hz, mientras que los humanos no llegan a oír nada a partir de 20.000hz. Pánico y conductas no habituales, como escapar o saltar para atravesar ventanas o cercos, aumentan el riesgo de que se lastimen, además de que se desorienten y se pierdan. Después de cada festejo de Navidad y Año Nuevo crece el número de mascotas perdidas, afirmaron desde estos sectores.
“Prohibir el cigarrillo dentro de espacios cerrados tomó mucho tiempo, y parecía imposible. Los que sufren las personas con hipersensibilidad es muy similar a un ataque de pánico. No pedimos que se prohíba, sino que se baje a 84 decibeles, porque lo que para algunos pocos es una fiesta para otros es un verdadero infierno”, manifiestan especialistas de distintos sectores que promueven una ley nacional.
Neuquén, Mendoza, Tierra del Fuego e Islas del Atlántico Sur; y localidades como Bolívar, Bahía Blanca, San Carlos de Bariloche, San Martín de los Andes, Santiago del Estero; San Luis son algunos de los lugares donde "Pirotecnia Cero" es ley.