El exfuncionario de los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner, partió rodeado de su esposa Anabel, de sus hermanos, de sus hijas y nietas, Héctor la peleó con todas sus fuerzas contra el cáncer de hígado.
La batalla corrió en paralelo con la persecución judicial y política feroz por un Memorándum que fue votado por las dos Cámaras del Congreso.
La oposición que luego se integró a Cambiemos y el fiscal Alberto Nisman empezaron por acusarlo junto a la ex presidenta Cristina Kirchner por encubrimiento, dado que –según decían– el tratado favorecía a los sospechosos iraníes. Los grandes medios acompañaron fervorosamente estas acusaciones contra Timerman, Lo insólito es que el propio régimen de Teherán se negó a ratificar la firma, o sea que los supuestamente favorecidos por el Memorándum al final no lo quisieron.
Este sólo hecho tira por tierra cualquier acusación porque, además, el Memorándum nunca entró en vigencia. Nunca se dio ni siquiera un paso, de manera que no podía tener efectos reales, jurídicos, como en su momento dictaminó el juez Daniel Rafecas y la Cámara Federal.
Los más importantes juristas del país –Raúl Zaffaroni, Julio Maier, León Arslanián, Ricardo Gil Lavedra– advirtieron apenas fue presentada la acusación que no había delito en el Memorándum.
Se podía decir que el tratado era bueno o malo, pésimo, pero no un delito. Ni siquiera los diputados y senadores que votaron en contra dijeron que podía significar un delito. Y menos que menos traición a la patria. La AMIA y la DAIA empujaron esa acusación alentando el viejo adagio antisemita: judío, traidor a la patria.
No pudo tratar su enfermedad en el exterior
Tras pasar un tiempo en prisión domiciliaria por esta investigación, el juez federal Sergio Torres, que en ese momento subrogaba a su par Claudio Bonadio, le concedió en marzo la excarcelación por "razones humanitarias y extraordinarias" para que así pudiera ir a tratarse al prestigioso hospital Mount Sinai de Nueva York.
Es que el exfuncionario tenía previsto viajar a principio de año a la ciudad norteamericana, pero cuando estaba en el aeropuerto no pudo abordar el avión ya que Estados Unidos le había revocado la visa debido a su condición procesal.
Hijo del periodista Jacobo Timerman, fundador del diario La Opinión, Héctor también comenzó su carrera en el mundo de los periódicos.
En 1976, cuando tenía sólo 22 años, dirigió durante un corto tiempo el matutino La Tarde, que apoyaba el golpe militar que recién se iniciaba y que también pertenecía a su padre, quien más tarde sería secuestrado y torturado por el régimen.
En el 2003 entró a la política de la mano del expresidente Néstor Kirchner, que lo nombró cónsul general en Nueva York y luego embajador argentino en Estados Unidos. En el 2010, la exmandataria Cristina de Kirchner lo designó ministro de Relaciones Exteriores en reemplazo de Jorge Taiana, estando en este cargo es que negoció el Memorando con Irán.
El fallecido fiscal Alberto Nisman lo acusó de haber organizado un acuerdo con las autoridades del país islámico para encubrir el atentado a la AMIA a cambio de mejores intercambios comerciales entre ambas naciones. Timerman siempre negó la presunta cumbre secreta en la ciudad siria de Alepo y sostuvo que: "Irán negoció con la Argentina porque necesitaba mostrarle al mundo que podía negociar con un país extranjero" y "no porque le interesara" resolver la cuestión AMIA.