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Esta vez la consigna fue “libres, vivas y desendeudadas nos queremos/ ¡Será ley!: aborto legal, ya”, y se resaltó que “la deuda es con nosotras, ni con el FMI ni con la Iglesia".
El cuarto paro internacional de mujeres para conmemorar su día produjo una movilización más multitudinaria que todas las multitudes anteriores. “La deuda es con nosotras y con nosotres”, fue el mensaje que llegó con el documento final que se leyó en un escenario montado sobre la vereda del Congreso Nacional.
“La deuda no es ni con el FMI, ni con las iglesias”, señala el documento y explica que por tales razones “nos ponemos de pie porque estamos contra el chantaje que nos impone la deuda”. Para las organizadoras, que reclamaron “la aprobación ya” del proyecto de la Campaña Nacional por el derecho al aborto legal, señalaron que “los feminismos (son) una forma de vida alternativa al capitalismo neoliberal en sus alianzas con los fundamentalismos religiosos y los fascismos que en nuestro país y en toda Nuestramérica explotan, oprimen, e invisibilizan nuestras existencias”.
En ese contexto estuvieron presentes, nutriendo las columnas de la marcha, organizaciones como Ni Una Menos, la Campaña Nacional por el Aborto Legal Seguro y Gratuito, colectivos de periodistas, escritoras y actrices, agrupaciones políticas, culturales y sindicales.
Una de las consignas que marcó la movilización volvió a ser el reclamo por la legalización del aborto, a pocos días de que el Gobierno presente, según prometió el presidente Alberto Fernández en la Asamblea Legislativa, un proyecto sobre interrupción voluntaria del embarazo hasta la semana 14 de gestación.
Pero además del aborto, los reclamos incluyen, entre otros, el reconocimiento salarial en igualdad de condiciones con el hombre, la consigna "Paren de Matarnos" contra los femicidios y se suma la consiga contra el endeudamiento.
Este cuarto paro fue “porque la deuda es con la autonomía de nuestros cuerpos. ¡Por eso el aborto tiene que ser ley, porque es un reclamo histórico y urgente del movimiento feminista que venimos construyendo desde hace años. Queremos que se garantice la interrupción legal del embarazo en todo el territorio nacional”. Para ese logro “es requisito fundamental terminar con la injerencia religiosa en la salud y educación, por lo que exigimos urgentemente la separación de las Iglesias del Estado” y “la derogación de los decretos de la dictadura por los cuales la cúpula clerical cobra ingresos enganchados a los salarios de jueces”.
En medio de las manifestaciones y pedidos de reivindicaciones, se hizo sentir el grito por el femicidio de Fátima Acevedo, cuyo cuerpo fue hallado paradójicamente el Día de la Mujer, conociéndose que la joven había realizado denuncias de violencia contra su ex pareja y no recibió respuestas por parte de la Justicia.
A Fátima la buscaban desde hace más de una semana, y había denunciado graves hechos de violencia de género. El 31 de enero, Fátima le contó a una amiga que su esposo, Jorge Martínez, le intentó arrojar ácido en la cara al tiempo que la amenazó con un cuchillo. La Justicia fijó una medida de restricción pero a Martínez poco le importó.
Presentación postergada
El Gobierno resolvió retrasar unos días el envío del proyecto de ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) al Congreso ante las dificultades para reunir el número de votos necesarios para su aprobación en el Senado.
Si bien en el oficialismo se ilusionaban con presentar la iniciativa luego del Día Internacional de la Mujer, incluso algunos en la Casa Rosada y el Parlamento sostenían que la jornada de paro y movilización era un buen marco para hacerlo público, las cosas cambiaron en las últimas horas a raíz de que surgieron algunas dificultades para llegar a un consenso dentro de la bancada del Frente de Todos.
Su titular, José Mayans, mantiene su postura de votar en contra, al igual que otros senadores. A diferencia de Diputados, donde se amplía la diferencia a favor de la legalización del aborto, en la Cámara alta la postura mayoritaria es de rechazo, aunque la diferencia sería de unos pocos votos.