Se trató del segundo concretado este año, el viernes de la semana anterior la convocatoria fue múltiple.
El nuevo “Ruidazo” tuvo entre sus convocantes al Observatorio del Derecho a la Ciudad, el Movimiento Comunero y la Asamblea Ciudadana.
Los vecinos salieron a hacer ruido con cacerolas y otros artefactos para rechazar el alza de tarifas, mientras que tampoco faltaron carteles hechos a mano para expresar el descontento contra esta iniciativa, o bien contra otras políticas adoptadas por la gestión de Mauricio Macri.
La esquina de las avenidas Acoyte y Rivadavia, en el barrio de Caballito, volvió a ser uno de los puntos más concurridos de la protesta, aunque también hubo concentraciones en intersecciones como Corrientes y Medrano (Almagro); Corrientes y Scalabrini Ortíz (Villa Crespo); Corriente y Ángel Gallardo (Villa Crespo); Cabildo y Juramento (Belgrano); Rivadavia y Pedernera (Flores); Defensa e Independencia (San Telmo); Monroe y Triunvirato (Villa Urquiza); Lacroze y Alvarez Thomas (Colegiales); San Juan y Boedo (Boedo) y Caseros y La Rioja (Parque Patricios).
Distritos del Gran Buenos Aires también fueron escenario del "ruidazo", como las esquinas de Márquez y Centenario (San Isidro) y las inmediaciones de la quinta presidencial (Olivos), además de distintos puntos de La Plata, Hurlingham, Morón, San Martín y Esteban Echeverría, entro otros.
En paralelo, el "ruidazo" fue replicado en las redes sociales donde se subieron fotos y videos de las manifestaciones y se impulsaron hashtags como #RuidazoNacional, #NoalTarifazo y #Cacerolazo.
Las críticas por el tarifazo no solo fueron en contra del gobierno sino de sectores parlamentarios cómplices.