El economista dio así los primeros linieamientos sobre el futuro económico del país. "El tema es tener la posibilidad, el aire, para no tener que hacer esa contracción fiscal. Hoy no se encuentra ningún recurso extraordinario para financiar", señaló.
En esa línea, aseguró que no está en los planes emitir dinero para financiar el plan económico: "Querer financiar una expansión fuerte con emisión monetaria sería desestabilizante para la macroeconomía". "Lo mejor que podemos hacer es detener la contracción entendiendo que no contamos con los recursos para hacer un impulso fiscal fuerte", agregó.
Sostuvo que "para no tener que hacer un ajuste fiscal brutal, es necesario resolver el problema de la deuda", por lo cual adelantó que se "establecerán consultas con los acreedores" para avanzar con "una modificación elaborada en el perfil de la deuda".
En su debut con los medios en el Palacio de Hacienda, adelantó que en los próximos días se conocerá un plan de solidaridad y reactivación productiva que contendrá "medidas para lidiar con la profunda crisis económica y social" con la "premisa central de proteger a los más vulnerables y restablecer condiciones para frenar la caída".
Además, y en cuanto a los detalles de los aumentos a jubilados, planes sociales y empleados públicos, el funcionario nacional señaló que los mismos estarán contenidos en el proyecto Ley de Solidaridad y Reactivación Productiva que será enviado al Congreso para ser tratado en sesiones extraordinarias.
Estimó que en 2019 la inflación va a rondar el 55% y con elevados niveles de pobreza, desempleo y destrucción de empresas: "Lo que está claro es que venimos a resolver una profunda crisis económica y social", dijo Guzmán acompañado de algunos de los funcionarios de su equipo.
Sobre la deuda con el FMI
Guzmán se diferenció de lo que consideró el manejo "irresponsable" de la gestión saliente y aseguró que apunta a trabajar "con seriedad y sin creer en dogmas". En particular, criticó el endeudamiento externo, que no se usó para ampliar la capacidad productiva. Así, se refirió al estado de "virtual defaultv como "reconocen los mercados y reconoce el FMI".
El ministro consideró que la carga de intereses hace que el déficit fiscal sea muy grande. A su juicio, Argentina tiene que "converger a una situación fiscal con superávit primario, pero no se puede hacer de golpe", descartó que fuera el año que viene, porque sería necesario "un ajuste fiscal brutal que agudizaría la situación".
Así, anticipó que "el año 2020 no es un año en el cual se pueda hacer ajuste fiscal. Una contracción fiscal mayor acentuaría la recesión".
Sostuvo que "para no tener que hacer un ajuste fiscal brutal, es necesario resolver el problema de la deuda", pero, reiteró con un programa que haga centro en la consistencia macroeconómica para lograr desarrollo y atacar la pobreza.
El ministro dijo que se irá hacia un "proceso paulatino pero persistente de desinflación" pero no solo utilizando la política monetaria sino aplicando un plan consistente. Ese plan, explicó, "tiene que ser compatible con los otros desequilibrios que hoy exhibe la economía. No se debe atacar solo con política monetaria como se hizo en el pasado reciente; esto debe ser atacado con una estrategia macroeconómica integral, que tiene que tener en el centro la cuestión social".
Al respecto, precisó que ya han tenido conversaciones con el FMI y señaló que hay un reconocimiento del organismo multilateral en cuanto al fracaso del anterior programa aplicado en la Argentina, de donde la tarea que queda es hacer entender la necesidad de avanzar en el nuevo programa que están implementando.
Como elemento a favor, sostuvo que el FMI "reconoce la grave situación argentina". También indicó que "el FMI va a ser parte de eso" al tiempo que comentó que ya han comenzado las conversaciones con los acreedores privados.
Un punto interesante que planteó es que si "el FMI modificara su uso (de los prestamos) hacia inversiones públicas que generen capacidades productivas", Guzmán dio a entender que se aceptaría este tipo de crédito.